Editorial de Radio Pichincha
Aunque efectivamente hay preocupación por la vida cotidiana de la ciudadanía, también es cierto que muchas decisiones importantes dependen del resultado electoral del 20 de agosto venidero.
Por supuesto: en medio de fragor electoral no han dejado de ocurrir hechos violentos, encarecimiento del costo de la vida, un abuso de quienes ahora se ocupan de la demanda de útiles escolares y uniformes para el año lectivo próximo en el régimen de Sierra y Amazonía. Y todo eso bajo la ausencia del Estado, con un presidente más ocupado de su imagen, de sus propios enredos.
No olvidemos que la llamada “guerra de encuestas” ha empezado, aunque quieran ocultar el dato más relevante: quien encabeza la intención de voto. Y con esa guerra, ya aburrida y predecible, algunos creen que pueden torcer la voluntad del electorado.
Y, por si fuera poco, como si fuese natural, hay voces militaristas que hablan de “golpe de Estado”, de impedir el triunfo de una candidatura, porque no les gusta, porque se creen dueños de la verdad y de la voluntad popular, como si tuviesen su verdad como única y absoluta. Son los mismos que alientan el miedo, desde sus fobias y su conducta antidemocrática, que no se diferencia de lo que hicieron el 2017 y el 2021.
Claro, cuando ganó don Guillermo, con un resultado estrecho, cargado de dudas en el manejo ético de los mensajes y las ofertas, no solo que celebraron sino que iniciaron una disonante campaña de legitimación de algo que no se había expresado en el relato del ahora presidente saliente: su programa de gobierno no se aplicó y tampoco el llamado al Encuentro nunca se cumplió.
Por eso, además es importante el comportamiento mediático. Hay medios y periodistas muy activos en la construcción de una narrativa supuestamente periodística que solo apunta a un binomio. De los siete restantes ni se ocupan, no dedican una sola línea. Y por eso están atentos hasta de hechos en el extranjero para tratar de incidir en el debate político a favor de unos candidatos que siempre estuvieron de lado de don Guillermo desde el 2013. PUNTO