Brasilia, 13 (Prensa Latina) El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva recibió hoy en Sao Paulo la primera dosis de Coronavac, la vacuna antiCovid-19 desarrollada por el laboratorio chino Sinovac, y pidió antídotos para todos en Brasil.
Sería mucho más feliz ‘si todos los brasileños tuvieran acceso a la vacuna’, afirmó el fundador del Partido de los Trabajadores, de 75 años, en el municipio paulista Sao Bernardo do Campo, junto al diputado federal Alexandre Padilha, quien también es médico y exministro de Salud.
Tras recibir la vacuna, el exdirigente obrero destacó que un país que cuenta con el Instituto Butatan y la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), prestigiosos centros de investigación médica, debería ser autosuficiente en la producción de inmunizantes.
Brasil ha sido quizás el mejor ejemplo de inoculación durante muchos años. ‘Si este gobierno (el del presidente Jai Bolsonaro) no hubiera hecho tal vez tantas tonterías, ya estaríamos muy avanzados en la vacunación’, apuntó.
En un video publicado en redes sociales, llamó al exmilitar a ‘que deje de ser ignorante’ y que, junto a su ministro de Salud, Eduardo Pazuello, aprendan ‘a respetar los sentimientos del pueblo brasileño y garantizar la vacuna para todos’.
Comentó que está a favor de que los gobernadores, los alcaldes e incluso las empresas compren fármacos.
De igual manera indicó que resulta necesario combatir a los llamados negacionistas, a aquellos que ‘no creen en la vacuna y dicen tonterías a la sociedad’.
Solo hay una manera de deshacerse del coronavirus. ‘Es si tomamos la vacuna’, insistió.
El expresidente también hizo un llamamiento a los brasileños para que se protejan del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19. ‘Cuídate, para que no lloremos mañana’, remarcó.
Lula espera por una decisión del Supremo Tribunal Federal tras un juez de esa corte anular todas las condenas en su contra relacionadas con la desactivada operación Lava Jato.
El magistrado Edson Fachin, quien sorpresivamente el lunes invalidó las sentencias del exmandatario, determinó ahora que los 11 ministros del juzgado superior decidan el caso que causó un terremoto político en la sociedad brasileña.
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