Fue seleccionada para formar parte de la nueva edición del Ecuador Poster Bienal
Punto Noticias. Cuando tenía 13 años, Maité Escobar se encontró con el libro “Cupido es un Murciélago” de María Fernanda Herida. Al terminarlo, su única pregunta fue si podría vivir ilustrando y escribiendo para niños. Hoy, está luchando porque así sea.
Para Maité, esta cuarenta ha sido un trabajo arduo de introspección y de enfocarse en lo que realmente quiere hacer. “He hecho muchas cosas, desde grafitti, cartelismo y animación”, dijo.
Ella fue seleccionada, de entre casi 11 mil postulantes, para formar parte de la edición de este año del Ecuador Poster Bienal, un concurso internacional que celebra las obras más creativas de la industria del diseño.
Una vez lanzada la convocatoria empezó el trabajo. Plasmar las primeras ideas en bocetos, probar colores, utilizar el collage o la ilustración, el cartelismo tiene una gama de infinitos formatos y modos de crearlos.
“Four differents worlds in just one country” o cuatro mundos en un solo país. Es la obra con la que participó para la Bienal y que resalta la riqueza de Ecuador.
A esta tercera edición del Ecuador Poster Bienal llegaron los trabajos de artistas de más de 60 países y se expondrá cerca de 500 carteles.
Es su sueño poder continuar con el cartelismo, la animación, la fotografía y el resto de habilidades artísticas que han ocupado su vida en este tiempo, pero finalmente le apostó a la ilustración y literatura infantil. De ahí, surge su proyecto Club Book Toon, un laboratorio donde escribe, ilustra y cuenta cuentos. Ha recibido mensajes de parte de profesores que utilizan su material como recursos para continuar con la educación virtual que exige nuevas formas de enseñanza.
Le apuesta a la creación independiente con la ayuda de las herramientas tecnológicas, ante el largo tiempo y proceso de espera que toma que una editorial seleccione su trabajo.
¿De qué color es un beso?, es el último cuento narró en su canal de Youtube. Juega con la animación y las ilustraciones de la autora, Rocío Bonilla, para recrear esta obra.
Un bestiario ilustrado para los más pequeños y, por qué no para los más grandes. Cuentos cortos, otros un poco más largos. Son dibujos y textos que generan un cambio.