Más de 10 niños por día, en promedio, han perdido una o ambas piernas en Gaza desde que estalló el conflicto hace tres meses, denuncia Save the Children.
A más de 1.000 niños les han amputado una o ambas piernas desde el pasado 7 de octubre, alerta UNICEF. Muchas de estas operaciones en niños se realizaron sin anestesia, con el sistema de salud en Gaza paralizado por el conflicto y una gran escasez de médicos y enfermeras, y de suministros médicos como anestesia y antibióticos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las autoridades informan que solo 13 de los 36 hospitales de Gaza siguen funcionando de forma parcial y fluctuante, dependiendo de su acceso a combustible y suministros médicos básicos en un día determinado. Asimismo, los nueve hospitales parcialmente funcionales del sur están funcionando al triple de su capacidad, mientras enfrentan una escasez crítica de suministros básicos y combustible.
Del mismo modo, sólo el 30% de los médicos de Gaza que había antes del conflicto siguen trabajando, informa la OMS.
El director nacional de Save the Children para el territorio palestino ocupado, Jason Lee, señaló “He visto médicos y enfermeras completamente abrumados cuando los niños llegan con heridas de explosión. El impacto de ver a niños con tanto dolor y no tener el equipo, los medicamentos para tratarlos o aliviar el dolor es demasiado incluso para los profesionales experimentados. Incluso en una zona de guerra, las imágenes y los sonidos de un niño pequeño mutilado por las bombas no pueden conciliarse y mucho menos entenderse dentro de los límites de la humanidad.
Unos 22.000 palestinos han muerto y otros 57.000 han resultado heridos en los tres meses transcurridos desde el 7 de octubre, según el Ministerio de Salud de Gaza, con niños mutilados y asesinados a un ritmo devastador y familias enteras muertas a diario.