Ayer tuvo lugar en Colombia la movilización más importante del año. Con fuertes reclamos contra la reforma tributaria que integra la ley de financiamiento, pero también exigiendo mayores recursos para la educación pública y quejándose por el alto precio del combustible.
Apenas cumplidos los primeros cien días de Iván Duque en la presidencia, muchos sectores de la sociedad se han levantado. El paro nacional de estudiantes universitarios es la cara más amarga de esta situación, con más de 40 días de paro y la incapacidad de la ministra de Educación María Victoria Angulo de avanzar en los diálogos con el sector para mejorar el presupuesto destinado a las universidades públicas, que han triplicado el número de estudiantes, pero con presupuestos que no mejoran desde hace 20 años.
El reclamo por la paz, estuvo presente, aunque en este caso, se priorizó temas de agenda económica, por encima de la incapacidad gubernamental para frenar la masacre de líderes sociales en el territorio colombiano.
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) convocó a la “toma de capitales” que se vivió este miércoles, donde confluyeron diversos sectores, donde se manifestaron los educadores de Fecode, la rama judicial, las Dignidades Agropecuarias y organizaciones campesinas e indígenas. También hubo transportistas, aunque no todo el gremio estaba representado.
La ley de Financiamiento fue criticado por todos los sectores, ya que afecta a la clase media favoreciendo a las grandes empresas.
Según Óscar Gutiérrez, vocero de Dignidad Agropecuaria, podría llenarse el hueco en el presupuesto del próximo año eliminando beneficios tributarios a industrias como las extractivas, gravando más los dividendos y combatiendo la evasión y elusión de impuestos, citaba El Espectador.