Punto Noticias.- El sociólogo y politólogo, Patricio Moncayo, abordó la situación de Venezuela. Recientemente, el autoproclamado presidente interino, Juan Guaidó, visitó Ecuador el fin de semana pasado.
La visita de Guaidó se inscribe en una estrategia desarrollada por él mismo. Esto con el propósito de contrarrestar el supuesto fracaso del ingreso de la ayuda humanitaria a Venezuela. Guaidó no se quedó quieto frente al bloqueo e impedimento militar del ingreso de esa ayuda. Él tomó la iniciativa de visitar distintos países de América Latina y con eso se intentó contrarrestar el protagonismo de Estados Unidos.
Para el politólogo, que Guaidó busque el apoyo y presión de algunos gobiernos de la región forma parte de una «estrategia inteligente». Si bien hay una disparidad de fuerzas entre Guaidó y Maduro, la presidencia de Guaidó es potencial. «Él trata de convertir esa presidencia potencial, que él ostenta, en una presidencia real».
Por otra parte, consideró que la amenaza norteamericana de intervenir Venezuela surtió efecto. «Lo importante es que esa amenaza no se concrete. La amenaza como estrategia disuasiva resultó eficaz». Además, cuando Guaidó llegó a Venezuela el régimen chavista no se atrevió a tocarlo. El politólogo sostuvo que eso demuestra que Guaidó va ganando fuerza.
En ese sentido, añadió que el hecho que gane fuerza no es solo por la amenaza de intervención militar, o por el apoyo de los países de la región y Europa, sino también porque al interior de las FF.AA. hay división. «Se afirma que por lo menos hay tres grupos». Primero, un grupo del alto mando comprometido con Maduro; segundo, un grupo que sintoniza con el sector social y político que apoya a Guaidó; y, tercero, un grupo militar chavista que empieza a abandonar a Maduro.
Ante esas fracturas, Guaidó intenta sacar provecho, dijo Moncayo. «Él también intenta llegar a la población a través de la ayuda humanitaria».
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