No se tenía muchas esperanzas de que los diputados guatemaltecos eliminaran el beneficio de la inmunidad al presidente Jimmy Morales para que pudiera ser investigado por financiamientos ilegales de su campaña presidencial de 2015.
Los 105 votos necesarios eran un piso demasiado elevado y ni el Ministerio Público, ni la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) deberán esperar a que termine el mandato de Morales para poder investigarlo.
La decisión parlamentaria también permite que varios diputados del partido oficialista eviten ser cuestionados por el mismo delito que compromete a todo el partido FCN.
Las reuniones llevadas a cabo la semana pasada entre el jefe del bloque oficialista en el parlamento con otros congresistas, parecen haber dado sus frutos ya que los partidos opositores otorgaron la libertad individual a los diputados.
Amílcar Pop, de Winaq, y Sandra Morán, de Convergencia, denunciaron en el pleno que había habido negociaciones espurias hasta minutos antes de que comenzase la votación. Lo que fue negado desde la bancada del FCN.
99 diputados votaron a favor de mantener la inmunidad presidencial y solo 25 para que se le retire. Los rumores de “compra de votos” se hacen cada vez más fuertes en un país que si hay algo por lo que no se caracteriza es por la transparencia.
En las afueras del Congreso, una multitud exigía que los diputados le retiraran la inmunidad a Morales y también pedían su renuncia. Con el resultado de la votación de ayer, el caso queda archivado, pero podría volver a votarse a solicitud de algún congresista.