Raúl Sendic dejará de ser el vicepresidente del Uruguay tras anunciar su renuncia el sábado afectado por una fuerte campaña de desprestigio que viene soportando desde 2016, cuando debió admitir que no era Licenciado en Genética Humana, como sostenía y, más recientemente, por la realización de gastos personales a cuentas de la petrolera estatal Ancap.
La Constitución uruguaya estipula que la vicepresidencia sea ocupada por el o la senadora con más votos. El cargo debería ser ocupado por José Mujica, pero al no poder hacerlo en su calidad de exmandatario, lo hará quien lo sucede en cantidad de votos, Lucía Topolansky, su mujer.
“El Gobierno va a seguir trabajando como lo venimos haciendo, con total normalidad. El país vive un momento de conmoción política pero de tranquilidad institucional y funcional”, buscó calmar las aguas el presidente Tabaré Vázquez, además de afirmar que lo sufrido por Sendic fue “un brutal Bullying”.
Criticó lo que consideró “un brutal bullying” contra Sendic. Cree que fue “un ensañamiento como nunca se ha visto en el país. Bestial, de una inhumanidad tremenda”.
Para Vázquez, alcanzaba con marcar los errores y que el Tribunald e Conducta Política fijara el modo de enmienda, pero la insistencia en el castigo hacia Sendic, lo calificó de “bestial” y de “sin antecedentes en la historia uruguaya”.
El presidente aseguró que todos los gastos de Sendic están demostrados con facturas y que los gastos que hayan sido personales fueron devueltos integralmente. En su comparecencia frente a los medios aprovechó para mostrarse encantado con la incorporación de Topolansky al equipo ejecutivo del gobierno a partir del próximo miércoles.