La esposa del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sigue siendo blanco de permanentes denuncias por fraude y malversación de fondos públicos. No solo ella, sino también otro empleado de la oficina del jefe de gobierno.
Si bien las denuncias contra Sara Netanyahu son múltiples, este jueves el Ministerio de Justicia dio a conocer el uso de 95 mil dólares para pagar comidas de lujo en diversos restaurantes entre 2010 y 2013, una acción que viola las normas del Estado de Israel.
La mujer de Netanyahu defiende su inocencia, pero también es considerado un acto de corrupción la contratación de una cocinera en su residencia, pagada con recursos públicos.
En el mes de mayo la Fiscalía israelí le había enviado un ultimátum a la primera dama para que aceptara un acuerdo y devolviera parte de los gastos personales que había costeado con fondos públicos. Hasta ahora esto no ha ocurrido y por eso el procesamiento sigue su curso.
La falsificación de gastos domésticos ha sido probada con una investigación policial, por lo que también se la persigue por abuso de confianza.