Ahora le llegó el turno a los musulmanes y musulmanas de Barcelona y alrededores de manifestarse y de hacerlo con un enérgico repudio a la violencia sin sentido y el terrorismo.
Más de 140 organizaciones convocaron ayer una manifestación en Plaza Catalunya en señal de rechazo a los actos terroristas del jueves 17 de agosto. El colectivo ha tomado el nombre de “La Comunidad Musulmana Contra el Terrorismo” e incluye representantes de la colectividad de Barcelona, pero también de Sant Feliu de Llobregat, de Sant Vicens del Horts, de Santa Coloma de Gramanet, Mollet del Vallès, Ripollet o Cerdanyola, entre otras.
Las pancartas y consignas fueron explícitas “no al terrorismo, no a la violencia y sí a la paz”, “El islam condena tajantemente la muerte de personas inocentes”, “Islam quiere decir paz”, “Somos musulmanes, no terroristas”, “Musulmanes de Catalunya contra el terrorismo” o “El terrorismo no tiene religión”.
Ouassim, uno de los participantes del evento dijo a Pressenza “Como musulmán solo puedo expresar mi rechazo a la barbarie que se ha cometido en Barcelona y en cualquier parte del mundo donde mueren inocentes, porque antes de pertenecer a la fraternidad de la religión, pertenezco a la fraternidad de la humanidad”.
Y también habló de lo que viven ahora los musulmanes “en estos tiempos que corren hay estigmatización a la que se somete a los musulmanes después de cada atentado, aunque esta vez es más fuerte porque ha sucedido cerca, antes era algo que solo pasaba fuera y lejos. El colectivo al que pertenezco aquí en Barcelona está bajo dos presiones, por un lado ser señalado por lo que han hecho otros bajo la falsa bandera y escudo de la religión, y por otro porque se está deformando la imagen y el ideal de más de 1.500 millones de musulmanes en el mundo”.
Así como hace años las calles de Barcelona se llenaron del repudio generalizado a los bombardeos contra Irak y Afganistán, los musulmanes ayer volvieron a recoger la misma consigna “No en nuestro nombre”, en referencia a la violencia terrorista, que no guarda ninguna relación con las creencias religiosas de sus pueblos.