Siete años peleando para llegar a la Presidencia y cuando llega ni siquiera tiene una hoja de ruta, agregó.
Decio Machado, sociólogo y periodista, destacó que el presidente de la República, Guillermo Lasso, generó grandes expectativas después de la vacunación y al final mostró que no tenía nada, lo que provoca el impacto negativo en las encuestas, referente a la imagen del Gobierno.
“Siete años peleando para llegar a la Presidencia y cuando llego ni siquiera ha tenido una hoja de ruta”.
Manifestó que comparado con el régimen de Lenín Moreno, la ciudadanía tenía grandes esperanzas con la gestión de Lasso, pero al final mostró saber mucho de negocios y nada de política, porque se está quedando solo al intentar gobernar por su cuenta, desconociendo que su voto duro es de apenas el 19% obtenido en la primera vuelta de las elecciones de febrero, incluso 700 mil menos que en el 2017: “En la segunda vuelta debió conectar con quien no votó por él, pero ese apoyo no es suyo, sino prestado”.
Remarcó que hay una dinámica de aislamiento y desconexión con la sociedad que no va a cambiar con la ilusión óptica de convocar a un plantón en la Plaza Grande, misma que ni siquiera logró llenar a la mitad: “Las encuestas muestran no solo que bajo en su aprobación sino que si convocara a muerte cruzada no tendría mayor apoyo que +/- el 19% que obtuvo en febrero de 2021. No hay crecimiento en la identificación con Lasso, ha bajado la popularidad”
Machado puntualizó que sobre esa base el Presidente de la República está impulsando una estrategia de tensión con el Legislativo, que se ahondó en una entrevista que brindó a Carlos Vera, donde incluso intentó incorporar el relato del triunvirato, el cual no terminó de calar en la población.
“En sus encuestas internas que son técnicamente bien hechas ha entendido que el triunvirato de la conspiración no ha cuajado en la sociedad”.
De ahí que, ahora el mandatario, está tratando de incorporar una estrategia paralela de “Todos contra mí”: “En este sentido se está trabajando en varios elementos que parten del estado de excepción y que el poder fáctico del ejército funcione a fin de las dinámicas del Gobierno”.
A ello se suma, el respaldo concreto de Estados Unidos de Antony Blinken quien deja que la Casa Blanca apoya a Lasso y con eso ha dado un mensaje a los actores políticos.