Una delegación del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) visitó las zonas afectadas por la erupción del Volcán de Fuego en Guatemala para evaluar las necesidades humanitarias que pudiera tener la población.
En los albergues de Escuintla y Sacatepéquez, el equipo de 50 personas despliega su experiencia para consolidar el suministro de la ayuda humanitaria.
“En cada cuadra uno se encuentra personas llorando desconsoladas porque lo han perdido todo, pero es importante reconocer la fuerza de la ciudadanía que ha atendido esta crisis porque la ayuda sí ha llegado”, cuenta Luisa Fernanda Zelada, técnica de comunicaciones del PNUD.
Los funcionarios internacionales trabajan en función de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres que conforman varias agencias y organizaciones.
La segunda erupción complicó el trabajo de los rescatistas, que debieron ser evacuados, junto a la población de las zonas afectadas.
Al día de hoy hay confirmadas 99 muertes, pero hay decenas de personas desaparecidas y son casi 12 mil las personas evacuadas, de las cuales cerca de 4 mil están en los 13 albergues habilitados en la emergencia por el gobierno.
Los trabajadores de la PNUD en el poco recorrido que han podido realizar en la zona, aseguran que el abastecimiento es el correcto y los evacuados se encuentran en buenas condiciones de higiene, alimentación y comodidades mínimas.