La erosión regresiva del río Coca empezó en la cascada de San Rafael, que estaba ubicada en el límite provincial de Sucumbíos y Napo, en febrero del 2020 y avanza aguas arriba.
Punto Noticias.- El Ministerio de Energía dio la alarma a 15 empresas petroleras sobre erosión regresiva y lateral del río Coca y sus afluentes.
Mediante un comunicado, se solicitó a las firmas petroleras tomar medidas de contingencia ante este fenómeno natural, con el objetivo de “mitigar las pérdidas de producción en caso de una posible paralización de los oleoductos”.
La erosión regresiva del río Coca empezó en la cascada de San Rafael, que estaba ubicada en el límite provincial de Sucumbíos y Napo, en febrero del 2020 y avanza aguas arriba.
A inicios de mayo del 2021 el fenómeno tuvo un deterioro acelerado por la presencia de caudalosas lluvias en la región Amazónica.
Esta erosión incluso avanza por uno de los ramales del río, hacia las tuberías del Sistema de Oleoductos Transecuatoriano (SOTE), del Poliducto Shushufindi – Quito, y del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), en el sector río Piedra Fina 2, en Napo.
Por ahora, Petroecuador y OCP realizan variantes a sus tuberías para que no se vea afectado el transporte de hidrocarburos en el país.
Petroecuador se encuentra construyendo dos by-pass uno en el SOTE y otro en el Poliducto Shushufindi – Quito, está previsto que entren en funcionamiento el próximo 7 de junio. La variante definitiva estará lista el 10 de agosto.
Además, la empresa privada OCP construye una nueva variante en el sector de Piedra Fina 2 para no suspender el transporte de crudo.
Durante estos 16 meses, el fenómeno natural ya afectó a la infraestructura petrolera. El 7 de abril del 2020 se registró la rotura del SOTE, del Poliducto y del OCP.
También, la erosión dañó un tramo de la vía Estatal E-45, lo que afectó a las líneas de transmisión eléctrica y a las construcciones civiles, públicas y privadas.
Incluso, los oleoductos, están en riesgo las obras de captación de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair y todo el poblado de San Luis.
Fuente: El Comercio