«La planta me constó USD 2 000 y he gastado más de USD 160 en gasolina», indica el propietario de un negocio automotriz.
Si bien las autoridades han anunciado que están buscando soluciones para combatir la crisis energética que inició en noviembre de 2023 y regresó a mediados de abril, los apagones continúan.
Estos se presentan en lapsos de dos, tres, cuatro, e incluso más horas, en todo el país.
«Cansados de las pérdidas económicas y desesperados por una solución», propietarios de negocios de alimentación, salud, automotriz, entre otros, se han visto en la obligación adquirir una planta generadora de energía, cuyo funcionamiento depende de combustible.
Y, aunque pareciera que esto representa una especie de solución al problema de los apagones, también trae otras dificultades como los olores tóxicos, el fuerte ruido y sobre todo la compra a diario de gasolina.
«Nosotros adquirimos la planta por la necesidad, no podemos parar operaciones ya que sería una pérdida económica muy importante.
La planta nos costó USD 2 500 y el gasto de gasolina hasta la fecha es de USD 150, para que funcione», comenta Francisco Proaño, propietario de un negocio automotriz, en el Batán Bajo, al norte de Quito.
🔴 #Atención || Debido a los cortes de energía eléctrica, propietarios de negocios han tenido que comprar plantas de luz en USD 1 000 o 2 000. Aseguran que si bien esto reduce un poco las pérdidas, también representa un gasto en combustible y trae incomodidades como malos olores… pic.twitter.com/hVQXGofRWf
— Radio Pichincha (@radio_pichincha) April 30, 2024
Añade que, a pesar de tener la planta de energía, las pérdidas continúan, en menor medida, pero continúan.
Dicha máquina les ha ayudado con el funcionamiento de elevadores, instrumentos para pulir, compresores, aspiradoras y otras herramientas indispensables en el negocio.
Algo similar, ocurrió en un chifa del mismo sector, donde en noviembre del año pasado, adquirieron una planta de luz en USD 1 600. Esto es para poder atender a los clientes ya que en un día de apagón representaba una pérdida de USD 150.
«La gente ya casi no viene por los cortes, no quiere salir, más en la noche que está oscuro por aquí», comenta Daniela, trabajadora del local de alimentos.
Dice que la planta les ayuda principalmente a que no se dañen los productos congelados.
En otro de los negocios que no puede faltar un generador de luz, es el de tecnología. Su propietaria Miryam Tulmo, indica que antes de adquirir la máquina, se veían obligados a cerrar, perdiendo a diario USD 300.
«Molesta el ruido y lo que genera olores que dan asco, al principio nos mareábamos, si genera malestar pero la necesidad es más. Sin luz no se puede vender», señala.