Editorial de Radio Pichincha
El capitán Zapata parece que sigue pensando que sus amigos de Teleamazonas le aplauden por cada paso que da. No importaba si es un paso en falso, igual le aplaudían. Claro, seguramente piensa que como el gerente de Teleamazonas ahora es Secretario General de la Administración Pública, lo que haga o deje de hacer siempre tendrá el “acolite” del autodenominado “lindo canal”.
Por eso es capaz de condecorar a los que no hacen nada, a aquellos que no tienen ningún reconocimiento social o popular. Por eso, sin vergüenza alguna, puede otorgar medallas a don Guillermo, a Ricardo Vanegas o a sí mismo.
Un ministro, que no ha dejado de ser policía, en el peor sentido de la palabra, que condecora cuando el Gobierno está de salida, con apenas dos años de pésima gestión, dice mucho de lo que entiende por gobernar, administrar por resultados y eficiencia.
Más allá de lo supuestamente anecdótico que puede parecer lo de las condecoraciones y medallas del “Capi Zapata”, esto solo prueba de qué manera entienden el poder y su manejo. Si las medallas son un símbolo, la entrega de las embajadas y consulados es otro modo de premiar tres cosas graves:
1.- El pago de favores a cambio de nada.
2.- La obsecuencia y sumisión política.
3.- La corrupción política.
Y con eso queda claro que don Guillermo llegó para administrar el Estado como si fuese su banco privado, su empresa particular o su chiringuito al que hay que sacarle todo el provecho posible, si es en dos años no importa. Y aunque ya suena a verdad de Perogrullo, vamos a ver más de estos espectáculos ofensivos a la ética pública.
Pero hay una lección más en todo esto: el mismo estilo de don Guillermo lo estamos observando en sus candidatos en la contienda electoral para el 20 de agosto. Sus candidatos: un apócrifo periodista, un ambientalista falseta, un francotirador que no hizo la conscripción en Ecuador, un heredero de una enorme fortuna, un exvicepresidente que se fue del cargo en plena pandemia y un evasor de impuestos.
Y todos ellos serán, de ganar, de la misma naturaleza e identidad política, SIN NINGUNA DUDA. Sino, ¿qué les diferencia a todos ellos de don Guillermo? PUNTO