Si bien los trabajadores de la salud costarricenses acordaron retomar sus funciones a partir de ayer, tras un acuerdo entre la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), de la Unión Nacional de Empleados de la Caja (Undeca) y del Sindicato Nacional de Enfermería (Sinae), el resto de sindicatos siguen movilizados y se manifestaron ayer frente a la Corte Suprema de Justicia para presionar a los magistrados y le pongan freno al plan de reforma fiscal que el gobierno logró que fuera aprobado tras un primer debate en el Congreso.
La huelga indefinida comenzó su quinta semana y los sindicatos advierten que no piensan abandonar las medidas de fuerza en diferentes regiones del país.
El secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (Anep), Albino Vargas, considera que es posible que los Tribunales le pongan límite a los intentos del Ejecutivo de llevar adelante la reforma fiscal, que salió del Congreso poco fortalecida, por los pocos votos positivos.
“El combo fiscal está en alitas de cucaracha, como dice el pueblo: huele a calas. Se cometieron importantes vicios de procedimiento, de forma, de fondo. Hay precedentes jurídicos cuando se cometen estos atropellos de tramitación parlamentaria”, indicó Vargas.
“Todo eso lo sopesamos y tomamos decisiones juntos. Hoy llegamos hasta aquí, con la recomendación de manifestaciones regionales que se van a mantener a lo largo de la semana”, agregó sobre el rumbo que tomará el movimiento sindical.
El gobierno de Carlos Alvarado, junto al empresariado privado, han buscado por todos los medios ilegalizar las protestas, pero hasta el momento, ninguna de las acciones legales cuentan con un fallo firme, por lo que el derecho a huelga sigue prevaleciendo.