La ciudadanía reclama por la reactivación de este servicio de transporte alternativo.
Punto Noticias. A medida que la situación de movilidad se complica en la capital del Ecuador, nuevos cuestionamientos y reclamos por parte de la ciudadanía se escuchan por las calles. Uno de estos reclamos es el olvidado y descuidado proyecto de movilidad alternativa denominado BiciQ, el cual permitía a los usuarios usar una bicicleta para avanzar entre rutas cortas, empleando para ello las estaciones administradas por el municipio, una opción que muchos empleaban para evitar los grandes atascos vehiculares que aquejan a la ciudad.
La población quiteña que se queja sobre la situación del tráfico automovilístico actual, recuerdan que las personas que querían ahorrar tiempo para trasladarse de un lugar a otro utilizaban las bicicletas que el Municipio habilitó desde el 2010, pues hoy en día transitar por las calles de Quito parece ser cada vez más una misión imposible, ya que sus vías están, casi a toda hora, abarrotadas de autos, buses y camiones.
El proyecto BiciQ se llevó a cabo durante la gestión del exalcalde Augusto Barrera, contó inicialmente con 425 bicicletas, distribuidas en 21 estaciones, entre el sector de La Y y de Santo Domingo. Esta iniciativa, fue adjudicada al consorcio Linkearnet-Construbicis y tuvo un costo de USD 1080000., una iniciativa que según la población quiteña Era un proyecto que de verdad ayudaba con la movilidad.
Lamentablemente el proyecto, con el tiempo y los cambios de las administraciones se fue descuidando; Carlos Páez, secretario de Movilidad en la administración de Augusto Barrera, por ejemplo, afirmó que la administración del alcalde Mauricio Rodas, fue la que se encargó de poner fin al proyecto porque, considera, hubo una mala gestión administrativa y una incapacidad técnica y estratégica para manejar la iniciativa.
Por su parte Mauricio Rodas, en el 2016 en un intento por reimpulsar el proyecto, entregó 300 bicicletas eléctricas, que tenían como principal objetivo abarcar a un nicho de la población que por distintas circunstancias no tenían las posibilidades físicas de enfrentarse a la geografía llena de cuestas y lomas de la ciudad. así Para los usuarios de este sistema de transporte, sus jornadas eran más llevaderas y podían dirigirse en menor tiempo a cualquier punto de la ciudad.
Sin embargo y a raíz de la pandemia el servicio BiciQ se suspendió; y en la actualidad las paradas, al igual que las bicicletas se encuentran en su mayoría en una situación de abandono, daño y ruina bastante grabe; esto a pesar de que la Agencia Metropolitana de Tránsito invierte USD 60 000 aproximadamente cada año para seguridad, inventariado y cuidado básico del stock de 317 bicicletas normales y 296 bicicletas eléctricas. Y, por si fuera poco, el 28 de marzo pasado la Contraloría General del Estado dio a conocer un informe en el que se manifiesta que se encontraron irregularidades en la compra de 300 bicicletas eléctricas.
Redacción: Ángel Cóndor