Los diminutos «xenobots» son un intermedium entre robot y ser vivo demostraron los Científicos de EE. UU.
Punto Noticias.- Estos roborts milimétricos podrán servir para suministrar medicamentos, limpiar residuos tóxicos o recoger microplásticos en los océanos, indican un equipo de científicos que construyó estos «robots vivos», que fueron armados a partir de células de ranas.
La revista PNAS, liderada por científicos de las universidades de Vermont y de Tufts de Estados Unidos, escribió un artículo sobre este hecho describiendo a los «xenobots», este lunes 13 de enero.
Es la primera vez que se han creado máquinas totalmente biológicas desde cero, indicaron los científicos, los primeros se encargaron de diseñar estas «nuevas criaturas» por medio de coordenadas construidas en un supercomputador, además, los segundos se encargaron de ensamblarlas y probarlas.
Son «máquinas vivas novedosas», dijo en un comunicado Joshua Bongard, un científico responsable, experto en robótica y computación de la Universidad de Vermont, quien asegura: «no son ni robots tradicionales ni una especie animal ya conocida, sino una nueva clase de artefacto, un organismo vivo y programable».
De su lado Michael Levin dijo «podemos imaginar muchas aplicaciones útiles para estos robots vivos que otras máquinas no pueden hacer», otro del grupo científico y director del Centro de Biología Regenerativa y del Desarrollo de Tufts, enumera que estos “xenobots” procuran encontrar compuestos contaminantes, recoger microplásticos en los océanos o viajar en las arterias humanas.
Las investigaciones caminaron por un algoritmo evolutivo -aquellos basados en los postulados de la evolución biológica- así crearon miles de posibles diseños para unas nuevas tipos de vida. Luego se aplicaron reglas básicas de biofísica con el fin de conocer qué hacen las células de la piel o cardíacas, escogieron los organismos más exitosos en la simulación y se desechó lo demás.
Las células madre de los embriones de ranas africanas, fue a donde se transfirieron estos diseños, según los biólogos de Tufts, quienes transfirieron estos diseños a la vida. Estas ranas eran de la especie «Xenopus laevis» -de ahí se deriva el nombre de «xenobots»-, luego de separarlas en células individuales, las incubaron, revela el comunicado.
Los modelos conseguidos en el supercomutador, sirvieron para moldear con unas diminutas pinzas y un electrodo aún más pequeño, las células fueron cortadas y unidas bajo el microscopio.
Así fueron ensambladas en «formas corporales nunca antes vistas» en la naturaleza, las células se acoplaron para trabajar juntas, indican los investigadores, donde las células de la piel trabajaron de manera más pasiva, en tanto, que las del músculo cardíaco crearon un movimiento hacia adelante más ordenado, como los algoritmos lo habían diseñado.
Los patrones espontáneos de auto-organización, permitieron que los robots se movieran por su cuenta.
Los robots son biodegradables, terminado su objetivo, después de siete días son solo células de piel muertas.
Levin señaló, «miras las células con las que hemos estado construyendo nuestros xenobots y, genómicamente, son ranas; es cien por cien ADN de rana…pero no son ranas».
Con estos xenobots han dado un pequeño hacia la construcción del «código morfogenético», que da una visión más profunda, de cómo los organismos están organizados y cómo computan y almacenan información basada en sus historias y ambiente.
Fuente: DW