La pésima situación que viven los hondureños es el caldo de cultivo para una masiva marcha que se está organizando, que los medios califican como “Caravana Madre” y en la que se estima que 20 mil personas saldrán juntas en dirección a México y con la intención de llegar a los Estados Unidos.
Al menos, el Estado mexicano está preparándose para esta llegada masiva de migrantes y también comunicaron de la llegada de una nueva caravana de alrededor de 2.400 personas.
“No solo es Estados Unidos, no solo es México, es también el Triángulo Norte que también tiene que hacer su parte no podemos hacer solo nosotros nuestra parte” comentó la funcionaria mexicana Olga Sánchez Cordero, quien había manifestado a la secretaria de Seguridad Nacional estadounidense Kirstjen Nielsen, que su país no militarizaría la frontera sur, como le pedían, y que los migrantes tendrían permisos temporales de visitante y de trabajo y no los visados humanitarios que exigían desde el Norte.
La frontera sur mexicana tiene más de mil kilómetros con doce puntos de acceso legales y unos 370 de ingreso ilegal, por lo que es necesario reordenar este flujo, para garantizar la seguridad de las personas y combatir las mafias de la trata de personas.
Sánchez Cordero indicó que no solo en el sur, sino también en la frontera norte, existe un flujo migratorio circular de cerca de un millón quinientas mil personas que entran y salen del país para trabajar y comerciar, por lo que es necesario administrar estos pasos y no criminalizarlos.