Los datos presentados por el INEC muestran una disminución de 600 mil personas en la población afrodescendiente. Las cifras son cuestionadas argumentando etnocidio estadístico.
Los resultados del esperado y cuestionado Censo de Población y Vivienda, que se llevó a cabo entre 2022 y 2023, han generado inquietud en la sociedad ecuatoriana. A pesar de los retrasos en su publicación y las fallas durante el desarrollo del mismo, las autoridades han asegurado la veracidad de los datos, pero varios actores sociales expresan su descontento con los resultados.
El censo revela un panorama alarmante para el pueblo afroecuatoriano, con una marcada disminución en su población. Según las estadísticas, en 2010 esta comunidad representaba el 7.2% de la población total, mientras que los datos actuales muestran que supuestamente ha caído hasta llegar al 4.8%. Esta drástica disminución ha suscitado cuestionamientos sobre la metodología del censo.
El catedrático e investigador Jhon Antón Sánchez, especialista en estudios de la diáspora africana en las Américas, Raza, racismo, etnicidad y desigualdades, planteó la hipótesis del «etnocidio estadístico», argumentando que el pueblo afroecuatoriano no fue debidamente convocado para el censo y que hubo una falta de campañas de sensibilización y autoidentificación.
«El INEC debe explicar cómo desaparecen 600 mil afrodescendientes en 10 años. En 2001 se registró 4.9%,es decir, al menos 600 mil; en el 2010 hubo 7.2%, alrededor de un millón (…) cómo se explica que en lugar de aumentar han disminuido, esa es una pregunta de carácter técnico», cuestionó el experto.
Además, señaló un presunto subregistro en hogares afroecuatorianos en el levantamiento de datos. Sánchez resaltó la falta de representación y atención hacia esta comunidad por parte del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) en los últimos años, y señaló un patrón de prejuicio racial en el conteo oficial.
«Incluso a mi propia casa no acudieron a censar, yo insistí porque de cierta forma tengo cierta influencia como docente e investigador de esta área y solo así me censaron (..) la mayoría del pueblo afrodescendiente vive en zonas del país muy violentas como Nueva Prosperina, los Guasmos, Isla Trinitaria, Esmeraldas en estos lugares no se realizó una cobertura adecuada del censo», indicó Sanchez a Radio Pichincha.
El docente resalta que desde 2016 no hay una entidad que vele por el pueblo afroecuatoriano lo que influye directamente en estas cifras. Sánchez advirtió sobre esto durante la sesión 804 en la Asamblea Nacional en octubre de 2022, donde también estuvo presente el director del INEC, Roberto Castillo, a quien se le alertó de esta problemática tomando como ejemplo lo sucedido en el último censo de Colombia, que mostró resultados viciados al excluir del conteo a la población afrodescendiente.