Por Maylín Vidal
Buenos Aires, 15 abr (Prensa Latina) La segunda ola pandémica hace crujir hoy a una Argentina que viene sorteando este maremoto hace 13 meses en un contexto económico complejo con el añadido de una oposición cada vez en un rol más acechante.
Que difícil todo, dice a Prensa Latina un señor de unos 65 años, defensor de las políticas implementadas por el Ejecutivo conducido por Alberto Fernández, quien desde el inicio de esta dura etapa ha preferido, como dice en sus alocuciones, salvar la vida de la gente por encima de la economía.
Con cada medida tomada por Fernández, la respuesta de la oposición no se hace esperar. A eso se añade el rol de los monopolios mediáticos, los antivacunas y los que juegan su papel en redes sociales como twitter en este tiempo de infodemia donde prevalece ese refrán de que ‘una mentira repetida mil veces se convierte en verdad’.
Tras las medidas dictadas la víspera por el mandatario, en busca de contener la delicada situación por el aumento desmedido de casos que provocó incluso saturación en hospitales, la respuesta de ciertos sectores fue protestar y en twitter aún más.
Apenas pasado 10 minutos de terminar su intervención, en la que otras cosas decidió suspender las clases presenciales por 15 días en la capital y la provincia de Buenos Aires, ya se sentía el repicar de cacerolas incluso en la puerta de la Residencia de Olivos.
Una imagen describe quizás el panorama casi atónito para algunos: la de una mujer que se sumó a la manifestación y escupió incluso a un efectivo de la policía en la cara, según mostraron varios portales de noticia.
Si la semana anterior, cuando dictó nuevas medidas sanitarias varios sectores opositores llamaban a no cumplirla, nuevamente el presidente vuelve a estar en una situación compleja ante la ahora decisión del gobernador porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien en conferencia de prensa anunció que irá a la justicia.
El Jefe del gobierno capitalino adelantó que intentará garantizar la autonomía de la ciudad y para ello presentará un amparo ante la Corte Suprema de Justicia.
Al hablar a la nación la víspera, el presidente argentino subrayó que las medidas tomadas hasta el 30 de abril buscan contener el complejo panorama del Área Metropolitana de Buenos Aires.
‘No me mueve ningún interés político en lo que hoy estoy proponiéndoles. No estoy acá para ver de qué modo lucro políticamente, lo único que me importa es preservar la salud de los argentinos’, remarcó en su discurso.
Más temprano, Fernández señaló a la oposición por sembrar dudas respecto de la campaña de vacunación, otro de los puntos que ha sido blanco de contantes ataques al Ejecutivo.
‘Todos hablan con una facilidad, dicen cualquier cosa’, resaltó Fernández, tras pedir no hacer política con un tema tan sensible para la sociedad.
En otro momento de una entrevista con Radio 10, el gobernante se preguntó por qué la oposición no consigue vacunas. ‘Si tenían la posibilidad de conseguir vacunas, como dijo el expresidente (Mauricio Macri), ¿por qué no las consiguen?’, dijo.
En medio de la tensa situación que se respira por la segunda ola, que el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, describió como un tsunami, el mandatario recalcó que su compromiso es cuidar a cada argentino, aunque eso lo obligue a tomar medidas antipáticas.
Nunca es grato dictar estas medidas, pero menos grato es ver 25 mil personas contagiadas en un día en un hospital, manifestó.
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