La planta originaria de África es considerada «una plaga” porque pone en riesgo a flora nativa.
La enredadera conocida como “Susanita”, “ojo de poeta”, “ojo de buey” u “ojo de gato” genera preocupación en Quito. Se trata de una especie de alto poder invasivo que crece a las orillas de los ríos y quebradas. La planta se enreda en los troncos de los árboles y se apropia del terreno debido a su rápido crecimiento y poder regenerativo.
La Susanita tiene origen africano y pertenece a la especie ‘Thunbergia alata’. Inicialmente fue traída a Ecuador de forma ornamental, pero la falta de control causó la invasión en zonas naturales y genera en la actualidad un problema para los ecosistemas, y la conservación de algunas especies de flora y fauna.
Frente a la propagación en el ecosistema capitalino, Cecilia Pacheco, exsecretaria de Ambiente, en conjunto con la Universidad Indoamérica, desarrollaron un estudio para determinar su impacto en Quito. En este estudio se identificaron las parroquias con más afluencia de esta especie, dentro de estas se encuentran: Cumbayá, Tumbaco, Guangopolo, Alangasí, Conocoto y Nayón.
«Pensar en eliminarla es imposible, solo queda controlarla», menciona Cristina Rodríguez, ambientalista del sector Chiviqui en Tumbaco. Sugiere arrancarla y dejarla en el mismo sitio o sino hacer un hueco grande para colocar con cuidado de no dispersar la semilla. Una vez realizada la extracción se debe proceder a fumigar con herbicidas como Gorgón y Diurón.
Además, se recomienda la introducción de platas nativas como «Churiyuyo» ya que impide que la ‘Susanita’ vuelva a crecer.
Los pobladores de los sectores aledaños solicitan que el Municipio de Quito y el Ministerio del Ambiente tomen cartas en el asunto, para controlar la propagación de esta amenaza que poco a poco cubre las quebradas de la capital.
Redacción: Nardy Ruiz