15 días de protestas y de cortes de rutas en el Cauca. El presidente colombiano Iván Duque advierte que si persisten las medidas de fuerza no se reunirá con los indígenas de la Minga Nacional por la Vida. La tensión crece con manifestantes muertos y heridos por la acción represiva de los antidisturbios.
A los indígenas del Cauca se sumaron los del Putumayo, de Nariño, de Huila, de Antioquia, del Chocó y del Valle, por lo que se ha nacionalizado un conflicto departamental. La ausencia de cumplimiento de los acuerdos de paz, los asesinatos de líderes sociales e indígenas, el aumento de bandas criminales paramilitares y la inexistencia de planes de sustitución de cultivos para quienes se dedicaban al cultivo de coca, lleva a una situación límite a miles de familias en el sur colombiano.
Los pueblos Ingas, Kamentzá, Awás, se sumaron a los Nasa y el asesinato de nueve guardias indígenas ha puesto a todos los originarios en pie de lucha, movilizados y alertas.
El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), una de las organizaciones líderes del movimiento, este domingo emitió una alerta temprana sobre una intervención militar en la protesta social. Mediante un comunicado, el CRIC informó que las autoridades de Policía y Militares han utilizado gases lacrimógenos, granadas, cartuchos recalzados y armas de corto y largo alcance (fusiles y pistolas).
La mesa negociadora entre la ministra del Interior, Nancy Gutiérrez y los representantes indígenas no ha dado frutos y la negativa de Duque de acercarse al Cauca, tensa la situación. Los originarios consideran que es necesario mantener un debate público con el mandatario de cara a toda la sociedad y que se tomen compromisos serios para resolver las problemáticas.