Las bandas delictivas se han aprovechado de la debilidad del Estado, de su abandono, para establecer sus operaciones y controlar el territorio. Sus habitantes sobreviven a la violencia.
Punto Noticias. La ciudad costera de Esmeraldas, en Ecuador, ha sido durante mucho tiempo un punto clave para el tráfico de drogas. Pero, ¿quién la controla realmente? Según las autoridades locales, tres grupos están en el centro de la actividad delictiva en la región Los Tiguerones, Los Gánsters y Los Patones, principalmente.
Así, los grupos de delincuencia organizada en Ecuador han aprovechado el abandono del Estado en esta provincia para fortalecer sus estructuras con el reclutamiento de jóvenes.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades para desmantelar estas organizaciones criminales, la violencia sigue siendo un problema importante en Esmeraldas.
¿Por qué buscan el control de Esmeraldas?
Esmeraldas es conocida como la provincia verde, pero por su exacerbada violencia ahora es roja: en diciembre de 2022, solo en su capital que lleva el mismo nombre, hubo 416 muertes violentas, siendo la más violenta del país.
También Esmeraldas se considera un punto clave para el narcotráfico. ¿Por qué? Por su ubicación geográfica estratégica y por la presencia de rutas marítimas y terrestres que conectan a la región con otros países de América Latina y Estados Unidos.
La proximidad de Esmeraldas a Colombia, uno de los principales productores de cocaína del mundo, ha hecho que los narcotraficantes busquen tener el control del transporte drogas. Además, la ciudad cuenta con varios puertos marítimos que pueden ser utilizados para el transporte de drogas por mar.
Los Tiguerones
La banda es liderada por el exguía penitenciario, William Jofre Alcívar Bautista, conocido como alias Comandante Willy o Negro Willy. La banda, que nació en 2010, es conocida por su violencia extrema y su control sobre el tráfico de drogas en la ciudad.
La banda tiene una fuerte presencia en esta zona. Solo en la cárcel de Esmeraldas, según el medio GK, se calcula que al menos 900 presos forman parte de Los Tiguerones.
Este grupo de delincuencia organizada es aliado de la banda Los Lobos, que también está presente en Esmeraldas, pero responde a los lineamientos de Los Tiguerones. Ambas, estarían relacionadas con el cartel Jalisco Nueva Generación.
Los Gánsters
Los Gánsters es la banda rival de Los Tiguerones. De acuerdo con las autoridades, la violencia en Esmeraldas se debería al enfrentamiento entre estas dos bandas con fuerte presencia en todo el territorio.
Ellos son un grupo más pequeño, pero igualmente peligroso, que se enfoca en el control del territorio y la extorsión. Tenían como aliados a Los Choneros, liderada por alias Fito y alias Junior, que mantendría una relación con el cártel de Sinaloa.
De ahí, la rivalidad entre las bandas que tienen conexión con los cárteles mexicanos que buscan el control de las rutas de la droga.
Los Patones
Los Patones es otro grupo de delincuencia organizada local en Esmeraldas, dedicada al contrabando y la exportación de droga a otros países.
Recientemente, en un video que circula en redes sociales, un grupo de hombres armados se atribuyeron la masacre en el puerto pesquero de Esmeraldas. Ellos serían parte de Los Tiguerones y su objetivo era asesinar a un líder de Los Patones.
“Lo ocurrido hoy es un mensaje para el señor Zapatón, Chugo Porto, y la banda de Los Patones, los cuales operan desde el puerto y el coronel Buitrón tiene conocimiento de eso”, dice uno de los sujetos en el video.
En Esmeraldas también se registra la presencia la banda Las Águilas, aliada de Los Choneros, junto con Los Gánsters y Los Patones.
Abandono del Estado
El propio comandante de la Zona 1 (Esmeraldas) de la Policía Nacional, Fausto Buenaño, admitió, en entrevista con FM Mundo, que son sectores abandonados por el Estado, desde hace mucho tiempo. “Donde no llega el Estado, llegan los grupos delincuenciales con poder, fuerza, plata”, afirmó.
Asimismo señaló que se han intensificado los operativos para dar con los delincuentes y frenar la violencia. Según Buenaño, los operativos son permanentes las 24 horas. “Son nueve días sin muertes violentes en Esmeraldas, la capital de la provincia, y 20 días sin muertes violentas en San Lorenzo”, agregó.
La reducción de los cifras, dijo, es “porque han caídos los conocidos gatilleros (sicarios) que disparan sin miedo a nada”.
Los puntos “calientes” en Esmeraldas, donde viven y planifican sus operaciones son los sectores de La Guacharaca, Rivera del Río, Santa Martha, 50 casas, El coral.
Sin embargo, las autoridades locales han cuestionado que los operativos son insuficientes.
Grupos guerrilleros
La provincia también convive con grupos guerrilleros en la frontera. Todos relacionados también con los cárteles de México y las bandas organizadas del país.
Tras el proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) hubo varias disidencias que se mantuvieron en armas. Una de ellas, Urías Rendón, liderada por alias Vuelo.
Una fuente que prefiere mantener la reserva de su nombre explicó que el cártel Jalisco Nueva Generación proporciona la droga al grupo Urías Rendón, que coordina el transporte de droga con Los Tiguerones y sus aliados, que la distribuyen en todo el país.
Mientras que el cártel de Sinaloa tiene vínculos con el Frente Oliver Sinisterra, otra disidencia guerrillera con cerca de 140 integrantes, que es responsable de los ataques en la frontera norte, en 2018, y del secuestro y asesinato del equipo periodístico de El Comercio y de la pareja de ecuatorianos. Ellos tienen conexión con Los Choneros y sus aliados para la distribución de droga.
La Segunda Marquetalia y Los comandos de la frontera serían aliados del Frente Oliver Sinisterra.
Los grupos armados tienen presencia del lado ecuatoriano, en San Lorenzo, y del lado colombiano en Tumaco, Nariño, el área de mayor cultivo de hoja de coca y fabricación de la pasta base. Una fuente reservada confirmó también enfrentamientos entre las bandas ecuatorianas con los grupos guerrilleros para impedir que estas últimas controlen otras zonas de la provincia.
La presencia de rutas marítimas y terrestres ha hecho que sea un punto clave para el narcotráfico. Las bandas delictivas se han aprovechado de la debilidad del Estado, de su abandono, para establecer sus operaciones y controlar el territorio.