A 45 profesionales de las Unidades médicas militares no les renovaron su contrato y suspendieron el concurso para su nombramiento. Mientras que en el IESS solo les renovaron por dos meses.
Punto Noticias. En los Hospitales del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y del Ministerio de Salud, así como en el de las Fuerzas Armadas, los trabajadores de la salud inician el 2022 con la incertidumbre de continuar en sus cargos y continuar con el combate del COVID-19, en pleno repunte de contagiados.
A finales de diciembre de 2021, los mensajes que auguran un próspero 2022 no llegaron a varios médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería y demás trabajadores de la salud. A ellos, incluso por mensajes de Whatsapp, les notificaron que ya no se renovará su contrato.
Es el caso de los médicos de las unidades militares de las Fuerzas Armadas. A 45 trabajadores de la salud no les renovaron su contrato este 2022, debido a la sentencia de la Corte Constitucional, que declaró inconstitucional la emisión del nombramiento a los médicos que estuvieron en primera línea atendiendo a pacientes con COVID-19 en los meses más duros de la pandemia.
Hoy, pese a estar en trámite un concurso de méritos y oposición para dicho nombramiento, las autoridades militares decidieron suspenderlo.
“En tal virtud y considerando que no se cuenta con la resolución de creación de puestos, la Institución no puede dar inicio al concurso de méritos y oposición, motivo por el cual no se encuentra inmersa en ninguna etapa del proceso a la que hace referencia la sentencia”, dice el oficio Nro. FT-DGTHE-TH-USTP-2021-14926-O.
No son los únicos. En el Hospital del IESS del Sur de Quito médicos, laboratoristas y otros profesionales de este centro han reclamado inestabilidad en sus cargo, pese a que en esta casa de salud se vieron en la obligación de ampliar la zona para atender a pacientes COVID-19.
Mientras que en el Hospital San Francisco del IESS les han renovado, a los médicos con contratos ocasionales, únicamente por 60 días. Es decir, en marzo, se daría su desvinculación. Lo que exigen los galenos es garantías y estabilidad laboral para seguir combatiendo una pandemia que no ha terminado y que, pese a las alertas de las autoridades en cuanto al incremento de casos, se ha preferido reducir el personal.