«En el 2023 solo hubo una sentencia por lavado de activos, versus las 19 en el 2022. Sobre esto no se dice nada”, reclamó Ernesto Pazmiño.
Ernesto Pazmiño, abogado y exdirector de Rehabilitación Social, consideró que la inseguridad y violencia que vive el Ecuador, es producto del desmantelamiento de lo público que inició con el Gobierno de Lenín Moreno.
Pazmiño recordó que en la época de Moreno se le quitaron USD 3 500 millones al sistema de seguridad, eliminando algunas entidades como el Ministerio de Justicia o debilitando otras como el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), además de desinvertir en lo social.
No solo eso, según Ernesto Pazmiño la inseguridad y el tráfico de drogas fue un objetivo político de Guillermo Lasso, para crear la pobreza y un escenario de terror donde todo se vale, incluso la persecución a las víctimas del abandono estatal, a través del decreto de guerra interna que lo está ejecutando Daniel Noboa.
Ernesto Pazmiño se preguntó cómo es que si existe una voluntad férrea por combatir el narcotráfico y el crimen organizado, no se ha empezado por atender lo social, abastecer de servicios básicos a los más vulnerables, ingresar con salud y educación a los sectores empobrecidos o combatir el lavado de dinero. Sobre esto último lamentó que más bien se haya desmantelado a la Unidad de Análisis Financiero y Económico (Uafe).
“En el 2023 solo hubo una sentencia por lavado de activos, versus las 19 en el 2022. Sobre esto no se dice nada”, reclamó.
Pazmiño aseguró que la UAFE, antes encabezada por Diana Salazar, ahora está integrada por tres jóvenes que no tienen experiencia en estrategia y análisis de los sistemas financieros para detectar operaciones ilegales.
Pese a ello, dijo Ernesto Pazmiño, no han podido ocultar cosas evidentes, porque incluso con el poco personal, se logró alertar a la Fiscalía de 1 800 operaciones inusuales y ninguna ha sido investigada.
Con esa base, el abogado manifestó que las 4 882 detenciones realizadas en las últimas semanas por parte dela Fuerzas Armadas, no son más que paños tibios a la crisis de seguridad que vive el país, porque no se está atacando a los cabecillas o a la burguesía corrupta, sino al primer eslabón.