Editorial de Radio Pichincha
Aunque al final de la tarde hubo un pronunciamiento del representante del Comando Conjunto de las FF.AA. todavía no pasa el trago amargo ni hay que “cantar victoria”.
Lo más sensato sería plegarse al coro de quienes creen que ayer se puso un límite a la violencia criminal, no hay un solo indicio de que esto sea lo que veremos en las próximas horas o días.
Ojalá nos equivoquemos. De hecho, nuestra Nación no está para chistes y menos para “juegos de pirotecnia” política. Es verdad que ayer se rebasó un límite o hubo una gota que ya derramó el vaso. El caos y el desconcierto nos demostró que ya no somos para nada los mismos de antes y que en adelante lo único que nos tranquilice será acciones reales, palpables y efectivas para retomar el Estado y la autoridad política.
Si ya tocamos fondo que sea para emprender una cruzada nacional de verdadera pacificación, de profundizar las instituciones democráticas y ser lo más realistas y pragmáticos. Pero si nos aplaudimos para congraciar a un Presidente o solo para usar esto como plataforma electoral, no avanzaremos en nada.
El respaldo recibido ayer, por todas las fuerzas políticas, de expresidentes y de gobiernos extranjeros es más que un espaldarazo. Si Noboa toma esto como un desafío sabe perfectamente que lo que tiene por delante es un trabajo duro, difícil y con resultados efectivos. Señor presidente: NO PIENSE EN LA REELECCIÓN, TRABAJE COMO SI FUERA EL ÚLTIMO DÍA DE SU VIDA POLÍTICA Y QUIERE PASAR A LA HISTORIA COMO UN GRAN LÍDER QUE ACABÓ CON LAS MAFIAS CRIMINALES.
El costo de apuntar a los adversarios equivocados nos ha traído acá. Si en vez de ocuparse tanto en la persecución política y en el linchamiento mediático se habrían dedicado a neutralizar a las mafias criminales que se solaparon y soliviantaron con Guillermo Lasso, otro sería el presente y futuro. Ya no basta con comunicados. Ahora queremos resultados y acciones concretas. Y si eso lo hace ya ni siquiera hace falta una consulta popular o un show electoral para fines personales.
El presidente Noboa ha recibido un “cheque en blanco” para acabar con la violencia. Pero no es un cheque para el despilfarro y el abuso electoral.
Finalmente, hay una lección de fondo con todo lo ocurrido desde el domingo para acá: las mafias criminales no son solo ese grupo de delincuentes que asaltaron un canal o quemaron carros. Son también todos los que se benefician del narcotráfico.
Y por eso, la lucha es más compleja: el sistema financiero debe revisar sus cuentas y de dónde proviene todo el dinero que ingresa a sus arcas; los policías deben asumir que no están haciendo bien su trabajo y no puede doblegarse a los capos de las mafias; la Fiscalía y los jueces no pueden jugar al “lawfare” para revanchas personales; y los políticos deben asumir que el interés nacional es más que la vanidad de cada uno de ellos. PUNTO