Esto lo planteó el dirigente de la Asamblea Nacional Ciudadana, quien propone la revocatoria del mandato del jefe de Estado.
Punto Noticias. “No vamos a detener esta lucha, la ciudadanía no va a parar, así haya dirigentes que traicionen la lucha, que negocien reivindicaciones particulares. Esta lucha no se va a parar si no se deroga el paquetazo (el decreto ejecutivo que elimina el subsidio de las gasolinas y diésel)”, advirtió Pablo Iturralde, coordinador de la Asamblea Nacional Ciudadana.
A su criterio, hay varios objetivos claros que persigue esta lucha en las calles, entre ellos, mantener y profundizar el levantamiento nacional, que ya está en curso, según dice; la revocatoria inmediata del mandato del presidente Lenín Moreno, y del vicepresidente Otto Sonnenholzner, y la convocatoria a elecciones anticipadas.
La fórmula, según plantea Iturralde, podría ser la renuncia de los mandatarios o una muerte cruzada, por la cual también deberían cesar en sus funciones los actuales asambleístas.
Para el dirigente social, es fundamental plantear una propuesta programática, un programa político, que iría en una línea totalmente contraria al pensamiento político, económico y social de Jaime Nebot y Guillermo Lasso.
La huelga nacional va porque va
A criterio de Nelson Erazo, presidente del Frente Popular, quien participó del espacio Punto y Contrapunto de Punto Noticias, por un lado, están los sectores sociales, los sectores populares, que se levantaron contra las políticas neoliberales del presidente Moreno, y por otro, están los sectores que han sido beneficiados de este tipo de políticas, como la eliminación de los subsidios de los combustibles, que están festejando en Carondelet.
En este marco, el dirigente sindical criticó la posición de los empresarios, industriales, banqueros, dueños de los medios de comunicación, quienes consideran que las decisiones tomadas por el mandatario son las más adecuadas.
Frente a este panorama, Erazo anunció que la lucha social continuará, que el paro nacional va porque va. Destacó que, las organizaciones sindicales y sociales agrupadas en el Frente Unitario de Trabajadores, así como el movimiento indígena y campesino, declararon a octubre como el mes de la lucha, de la pelea, de la movilización y de la huelga.