Álvaro Uribe Vélez, expresidente y actual senador, fue llamado a indagatoria por la Corte Suprema por crímenes cometidos durante su mandato presidencial.
Desde el partido de Uribe, el Centro Democrático, dijeron que “es muy grave que la Corte Suprema actúe de manera politizada y emprenda una persecución política contra el expresidente Uribe así como lo ha hecho contra varios de sus exfuncionarios. Creo en la inocencia del expresidente Álvaro Uribe Vélez y estoy seguro de que podrá demostrarla. La corte tiene la obligación de garantizarle su derecho al debido proceso, pero es una pérdida para el país que renuncie al Senado. Ojalá pronto se pueda resolver esta situación y más pronto aún podamos tener en Colombia una justicia despolitizada y ajena a la corrupción, muy distinta a la que hoy gobierna la rama judicial”, manifestó Samuel Hoyos, representante del partido en la Cámara.
Sin embargo la interpretación de la renuncia de Uribe a su cargo de senador es visto de manera muy distinta por otros sectores políticos. Por ejemplo, el senador y excandidato presidencial, Gustavo Petro, le pidió al acusado de responder frente a la justicia por los delitos de fraude procesal y soborno, en la compra de testigos y contratestigos y consignó en Twitter que “la renuncia de Álvaro Uribe al Senado es para evadir investigación. El hijo del mayordomo de la hacienda Guacharacas, Juan Monsalve, lo acusa de asesinato y, tratando de variar la declaración, Uribe manipuló criminalmente testigos”.
De aceptarse la renuncia del expresidente, éste podría eludir la investigación de la Corte Suprema y el caso pasaría a la Fiscalía, mucho más manipulable por el Ejecutivo que asumirá en pocos días.
De todas maneras, la Corte Suprema podría entender que sin importar el cargo que ocupase Uribe, estaba interfiriendo en la investigación y mantener el llamado a indagatoria por la manipulación de testigos en las cárceles colombianas.