La violencia sin control se ha apoderado de la tercera ciudad más grande de los Estados Unidos, Chicago. 11 personas murieron y decenas resultaron heridas en una secuela de tiroteos que se han llevado a cabo desde el fin de semana en la ciudad.
Según la versión policial se trata de enfrentamientos entre pandillas conformadas por ciudadanos de los barrios pobres y de minorías predominantes en el oeste y sur de Chicago.
Entre las víctimas se encuentran, justamente, pandilleros, pero también inocentes transeúntes que se encontraron atrapados en el fuego cruzado.
El periódico Chicago Tribune comunicó que 70 personas fueron heridas por disparos efectuados entre el viernes por la noche y la madrugada del lunes, entre los que se encuentra un niño de 11 años.
Chicago mantiene los índices de muertes violentas más altos del país, alcanzando cifras que no se vivían desde hacía 20 años. La policía asegura que el buen clima favorece a estos ataques, al realizarse eventos al aire libre.
La policía comunicó que se incautaron y retiraron más de 5.500 armas ilegales de las calles.
Con información de AFP.