Dos días seguidos de represión contra los docentes en Perú en las calles del centro de Lima. La policía lanzó gases lacrimógenos buscando dispersar a los maestros que llevan dos meses en huelga exigiendo que el gobierno mejores sus condiciones de trabajo y para oponerse a una propuesta del ministerio de Educación para evaluar al cuerpo docente.
El líder sindical Pedro Castillo se había reunido con un grupo de parlamentarios y los docentes movilizados esperaban escuchar lo conversado, cuando comenzó la represión.
La ministra, Marilú Martens exige a todos los profesores que vuelvan a las escuelas, ya que considera que los “reclamos ya han sido resueltos”, aunque el acuerdo sigue sin ser firmado por los sindicatos.
“Es lamentable que nos ataquen y que incluso digan que somos terroristas, cuando nosotros solo estamos ejerciendo nuestro derecho a la huelga. Los maestros solo pedimos salarios dignos y que se garantice una verdadera capacitación y no solo talleres; así como una educación gratuita y de calidad para los niños”, manifestó uno de los docentes reprimidos.
Los maestros no quieren que se despida a nadie y exigen al presidente Kuczynski que cumpla con sus promesas de campaña de aumentar el presupuesto educativo.