Este fin de semana volvieron a registrarse enfrentamientos entre la policía y grupos de extremistas xenófobos en Alemania.
El grupo de neonazis que atacó a la policía estaba participando de un festival musical en contra de los extranjeros, cuando la prohibición que tenía este tipo de acto público, hizo que la policía suspendiera el show, del que participaban unas 800 personas en la ciudad de Apolda, en Turingia del este.
El ataque contra las fuerzas de seguridad se realizó con botellas y piedras, llevando a ocho uniformados al hospital.
Una movilización de organizaciones humanitarias había denunciado la presencia de los neonazis y el gobierno local organizó un servicio ecuménico llamando a sobrepasar el odio.
Apolda tiene poco más de 20 mil habitantes y estos hechos recuerdan a los ocurridos en la también ciudad oriental de Alemania, Chemnitz.
Desde el gobierno de Turingia también criticaron el auge de los movimientos supremacistas, participando en actividades antirracistas en Apolda, tanto el Ministro-presidente de Turingia, Bodo Ramelow, como los ministros de Interior y Medioambiente de este estado.
La ola de violencia racista que recorre Alemania inquieta a las autoridades y a la población. Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial en las últimas elecciones, entraron varios diputados claramente nazis y con propuestas xenófobas.