Eduardo Bolsonaro, uno de los hijos de quien se impusiera en la primera vuelta, el ultraderechista Jair Bolsonaro, consiguió más de 1,8 millones de votos y se convierte en el diputado federal más votado de la historia brasileña.
El policía, Eduardo, buscaba la reelección para continuar en la Cámara de Diputados por Sao Paulo. Extrañamente, las declaraciones altisonantes a Eduardo le han granjeado buenos resultados. “Las mujeres de derecha son mucho más bonitas que las de la izquierda y no enseñan los pechos por ahí para protestar, tampoco defecan en la calle para protestar”, explicó en una reunión con partidarios del Partido Social Liberal.
“Las mujeres de derecha son higiénicas y las de izquierda no”, precisó y eso conformó un nuevo polo electoral de última hora, donde el feminismo y las ideas progresistas alejaron a muchos electores de las propuestas del Partido de los Trabajadores.
También el hermano de Eduardo, Flavio Bolsonaro, logró un escaño en el Senado, a través de los electores de Río de Janeiro. Pasando de la Asamblea Legislativa de la ciudad, a un lugar en la Cámara Alta, consiguiendo el 31,35 % de los votos.
La escalada de última hora del excapitán del ejército, Jair Bolsonaro, catapultó a sus hijos a obtener excelentes resultados. Veremos si este fuego artificial es capaz de sostenerse hasta el 28 de octubre cuando se juegue la presidencia en segunda vuelta contra Fernando Haddad, el candidato del PT y que quedó a más de 16 puntos.
Una tarea difícil para los demócratas en Brasil, pero la última palabra todavía no está dicha si se tiene en cuenta que hay margen para captar votos, tanto del centro, como de la izquierda, para el exalcalde de Sao Paulo y ministro de Educación de Lula y Dilma.