La violencia continuó en Nicaragua, tras los disturbios ocasionados el jueves por la reforma del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social. Las marchas crecieron en masividad, en rechazo de la violencia policial y se cuentan diez personas que perdieron la vida en los altercados.
La Vicepresidenta Rosario Murillo habló sobre lo ocurrido y lamentó las muertes tanto de manifestantes, como de miembros de las fuerzas de seguridad.
Este sábado se darán a conocer los nombres y detalles de esta lamentable situación, dijo y agregó que esto altera la paz que había logrado construir con tanto esfuerzo Nicaragua.
Murillo pidió que se mantenga la paz, que se evite la violencia y que se respete el mandato sagrado de amar al prójimo, además de anunciar que Daniel Ortega se comunicaría con la población este sábado.
En término políticos, el gobierno aceptó retomar la mesa de diálogo con el Consejo Superior de la Empresa Privada para continuar debatiendo la reforma del INSS.
“Nuestra disposición de acoger el llamado de la empresa privada y retomar las sendas de dialogo sobre esto temas que más nos preocupa en estos momentos” destacó la vicepresidenta.
Murillo se solidarizó con los familiares de todas las víctimas y se refirió en especial a la periodista Verónica Salazar, para quien envió un abrazo solidario, suegra de Jairo Mauricio Hernández, joven de 24 años que murió a manos de un grupo de criminales de extrema derecha.
Las “guarimbas” en Nicaragua responden a una matriz ya conocida y ejecutada en otros países.