El PRI, el partido político que gobernó México en el último siglo insiste a través de su nuevo vocero, el presidente Enrique Peña Nieto que un México mejor está en camino, si mantienen el rumbo emprendido.
Según los datos aportados por el gobierno, 98 personas perdieron la vida tras el terremoto del jueves pasado y el presidente volvió a pedir la solidaridad de todos y, en particular, de las empresas constructoras para reconstruir los dos estados más afectados por el sismo: Chiapas y Oaxaca. También los dos estados más pobres del país.
En Jilotepec, Estado de México, se realizó un acto público donde el mandatario junto al gobernador del Edomex, Eruviel Ávila se dedicaron a hacer campaña mutua, elogiando los avances de cada uno al frente de sus gabinetes y poco recordaron la situación de aquellos que debieron dejar sus casas por el movimiento telúrico.
De todas maneras, Peña Nieto aseguró que la mayoría de los titulares de las principales dependencias de su gobierno estaban trabajando directamente sobre el terreno, en Chiapas y Oaxaca, los estados que mayormente resultaron afectados.
Parte de ese dispositivo son los más de 1.200 médicos y enfermeras que llegaron a las zonas afectadas por el sismo para llevar adelante una campaña para evitar brotes epidémicos, según anunció Mikel Arriola, director del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Para los especialistas es necesario que las brigadas sanitarias vigilen rigurosamente que no se produzcan contagios de dengue, zika o chikungunya, que afectan a la región.
Se reintegrarán los estudiantes a las clases de todos los niveles en los estados que tenían alterado su calendario, excepto en 41 municipios, donde los daños edilicios son más severos y requieren trabajos de reconstrucción.