La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, escribió una carta de alarma, dirigida a 27 alcaldes de la Unión Europea, expresando la inquietud por la situación de inestabilidad que vive Cataluña frente a los atropellos del gobierno español. Considerando que no hay voluntad de diálogo y que es un conflicto que exceda las fronteras territoriales del país, pide la mediación de la Comisión Europea para resolver este entuerto.
Para Colau “se encuentran en riesgo los derechos y las libertades fundamentales”. Y expone que “están sucediendo unos hechos graves, sin precedentes en la democracia española, que incluyen las amenazas de detención a setecientos alcaldes, el cierre de webs gubernamentales y de entidades de la sociedad civil, la detención de altos cargos del Gobierno catalán, los interrogatorios y las intimidaciones a directores de centros escolares y el envío masivo de fuerzas de intervención policial con el objetivo de impedir que este domingo los ciudadanos de Cataluña puedan votar en el referéndum”.
La alcaldesa considera que esas medidas no ayudan en nada a la solución del conflicto entre los catalanes y el gobierno central, por el contrario “su aplicación está suponiendo un aumento de la tensión social, así como el bloqueo a la posibilidad de encontrar una salida dialogada al conflicto”.
Colau, que nunca se manifestó por la independencia, ni aprobó el modo unilateral de decisión del gobierno catalán para llamar al referéndum, se mostró “alarmada ante la respuesta represiva que ha emprendido el Gobierno español para impedir el referéndum del 1 de octubre” y la judicialización del conflicto.
“Vivimos en una realidad global interconectada, y lo que sucede en Barcelona tiene efectos inmediatos en Madrid, París, Londres y Bruselas. En un momento en que el proyecto europeo se encuentra amenazado por el auge de los populismos xenófobos, el terrorismo y diversas formas de repliegue del Estado nacional, Europa no puede desentenderse de una amenaza a los derechos y las libertades fundamentales, cuya protección y defensa constituye la principal razón de ser del proyecto europeo”, afirma Colau.
Para luego explicar que pedirá que la “Comisión Europea abra un espacio de mediación en el que participen el Gobierno español y el Gobierno catalán con el fin de buscar una salida dialogada”.
La alcaldesa concluye la carta diciendo que “Barcelona es una ciudad de paz, orgullosa de su diversidad y con una marcada vocación cosmopolita y europeísta. Si bien la gran mayoría de nuestra población quiere votar en un referéndum acordado y con garantías, no desea un choque de trenes de consecuencias imprevistas”.