Arturo Rojas, presidente de la Asamblea del Sistema de Educación Superior Ecuatoriano (Asesec), comentó que la modalidad en línea ha permitido el aumento de cupos. Quisieran una reunión con el nuevo gobierno.
En su informe a la Nación, el presidente Guillermo Lasso, habló de un «aumento histórico en el presupuesto para la educación superior de más de USD 200 millones, alcanzando los USD 1 300 millones«. ¿Es real? ¿Es suficiente? Radio Pichincha conversó con Arturo Rojas, rector de la Universidad de Bolívar y presidente de la Asamblea del Sistema de Educación Superior Ecuatoriano (Asesec).
¿Las universidades públicas y cofinanciadas cuentan con más recursos en este 2023?
Por la pandemia (del covid-19) hubo una reducción de unos USD 100 millones al sistema de educación superior y hemos aguantado así durante casi dos años. Efectivamente para este 2023, el Gobierno sí ha anunciado una reposición de lo que fue suprimido hace dos años.
Siempre habrá inconformidades porque la distribución no es equitativa, a lo mejor. Dependemos de un cálculo que se basa en una fórmula de distribución de recursos, por lo que unas universidades tienen más recursos y en otras no alcanza.
A la distribución del pastel del Fondo Permanente de Desarrollo Universitario y Politécnico (Fopedeupo), ya se sumaron las universidades Yachay, de las Artes, Ikiam y Nacional de Educación. Pero Lasso anunció que creará cuatro universidades más, en la Amazonía. ¿Alcanzarán los recursos?
Es otra de las grandes preocupaciones en las que estábamos trabajando en la nueva Ley de Educación, que fue archivada (se refiere a las reformas). Si se habla del Fopedeupo como un pastel, con trozos (para cada universidad), el ingreso de más universidades complica nuestra situación porque no se incrementan los valores.
Además no serán solo las cuatro nuevas universidades en la Amazonía. La Asamblea tiene pendiente la creación de las universidades de la Policía Nacional y la de Santo Domingo de los Tsáchilas. La Amawtay Wasi ya está en la repartición del Fopedeupo.
El recorte presupuestario, ¿cómo afectó a las universidades?
Como dije, esto ocurrió en la pandemia. Las implicaciones fueron menos profesores contratados y ajustes en la nómina, que hicieron que los profesores titulares asumieran más horas de clases. Se hicieron reformas curriculares y en función de eso, las carreras tienen menos duración, antes duraban cinco años y ahora cuatro. Así hubo reducción del número de asignaturas y profesores.
No hemos tenido inconvenientes en cumplir con el pago a la nómina, pero sí en infraestructura y equipamiento tecnológico.
Cada año se siente la presión por la falta de cupos. Pero antes de que la Senescyt pusiera en vigencia un examen nacional como parte de un sistema de admisión, ya ciertas universidades lo tomaban por ejemplo para carreras como Medicina. El presidente Lasso afirmó en el Informe a la Nación que ya eliminó ese examen. ¿Ahora la pelotita está en la cancha de las universidades?
Efectivamente, en algunas universidades, antes de que exista la Senescyt, ya contaban con su respectivo examen de admisión. No se ha eliminado la prueba, ahora es responsabilidad de cada universidad, unas con y otras sin acompañamiento de Senescyt. No es que haya acceso libre, sin requisito o filtro.
Las universidades tenemos una limitación en cuanto al número de estudiantes que podemos recibir. Lamentablemente siempre se quedarán personas sin cupo por la limitación en infraestructura y capacidad operativa, por eso se ha puesto énfasis en los institutos técnicos y tecnológicos.
¿Es real la afirmación del presidente Lasso de que lograron aumentar en 14% los cupos?
Los recursos se entregan en función de una fórmula, que se calcula según la inversión que las universidades hacen en investigación e infraestructura, por ejemplo, y también de acuerdo con el número de estudiantes inscritos.
A las universidades se nos exige aumentar el número de cupos, para acceder a más presupuesto, pero debemos ser responsables. Por eso el aumento de cupos se ha dado gracias a las cinco modalidades de estudios que existen: presencial, semipresencial, dual, híbrida y en línea.
Las universidades hemos transitado de lo presencial hacia lo híbrido. Se da énfasis a la educación a distancia, ya que en aulas virtuales se puede captar mayor número de estudiantes. De este modo se ha logrado ofrecer un 14% más de cupos.
Por ejemplo, la Universidad Estatal de Milagro, prácticamente tiene toda su oferta en línea. Bordean los 40 000 estudiantes.
¿Qué temas quisieran abordar con el nuevo Presidente o Presidenta del Ecuador?
Esperamos que se revise la Ley Orgánica de Educación Superior. Y que se analice el tema de presupuesto. Nosotros estamos interesados en generar innovaciones y por tanto patentes. Para eso se requiere un presupuesto sostenido y que nos ayuden a involucrarnos con la industria, que sería la beneficiada de las investigaciones que realicemos.
También necesitamos un régimen especial de compras públicas, para alcanzar una verdadera autonomía universitaria. Ahora debemos pedir autorización a los ministerios de Finanzas y de Trabajo. Hay una sobrerregulación, nosotros tenemos organismos paralelos, como la Contraloría. Son temas en torno a los que hay que dialogar con las nuevas autoridades del país.
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