Pese a las extraordinarias elecciones que realizaron Álvaro Uribe y Antanas Mockus, batiendo récords en cantidad de votos recibidos, más de la mitad de los colombianos y colombianas siguen desentendiéndose de la política.
60 años de guerra interna parecen haber convertido a las elecciones en un mero trámite del que no se confía demasiado, por tanto la gente no considera que sus votos tengan valor para cambiar las cosas.
Las FARC participaron por primera vez después de la firma de los acuerdos paz con el gobierno y tuvieron una votación muy discreta. De todas maneras es probable que mucha gente no los haya votado puesto que ellos ya tenían garantizada su participación en las cámaras legislativas con 5 senadores y 5 diputados.
El Centro Democrático y Cambio Radical son los dos partidos que más han crecido en estas elecciones, sin embargo el Partido Liberal logró mantener el bloque más numeroso en el Parlamento y el Partido Verde duplicó su cantidad de senadores, de 5 a 10.
El progresismo y la izquierda continúan representando un cuarto de la conformación de las cámaras, mostrando que la sociedad colombiana que vota mantiene ideas conservadoras.
El oficialista Partido de la U comenzó a deshincharse y da muestras de que el sucesor de Juan Manuel Santos en la presidencia no vendrá de esta coalición que había logrado la presidencia en 2014.