A los 89 años de edad Urusula Haverbeck ha entrado en la prisión de Bielefeld, en Alemania, para cumplir una condena de dos años por el delito de negar el Holocausto.
La mujer estaba prófuga desde el año pasado cuando había sido condenada por incitación al odio racial en ocho ocasiones. La fiscalía considera que su comportamiento se repetirá en el futuro, sino entraba en prisión.
Ícono de los neonazis alemanes, Haverbeck fue detenida en su casa luego de que se cumplieran los plazos para que ella se presentara a cumplir voluntariamente su sentencia.
Autora de numerosos artículos en la prensa xenófoba, escribió que Auschwitz no había sido un campo de exterminio, sino solo un campo de trabajos forzados. Para los letrados que la defendían, Haverbeck solo ejercía su derecho a la libertad de expresión. Salvo que en Alemania está prohibido negar el exterminio de judíos y otras minorías durante el nazismo.
Esta era la sexta condena que recibía la anciana por artículos periodísticos o incluso por haberle enviado una carta al Consejo Central de los Judíos de Alemania. Habitualmente al ser leída las sentencias en su contra, violentos altercados han ocurrido en los juzgados alemanes.
Los recursos judiciales de la negacionista podrán continuar, pero ahora desde la cárcel.