Me tumbaron, me amarraron, relató el párroco.
El sacerdote Stalin Freire fue víctima de la delincuencia la noche del miércoles 27 de julio, luego de que cuatro hombres ingresaran a la iglesia de Calderón y le sustrajeran USD80 al igual que equipos tecnológicos.
“Me tumbaron, me amarraron. Después, cuando robaron todo, me desataron”, relató el párroco, según lo detalla diario El Comercio.
Yadira Cuichan, jefe de circuito de Policía Calderón, detalló que al momento del robo, el vicario se encontraba solo por lo que los delincuentes aprovecharon el momento y lo golpearon a la altura de la cabeza, razón por la cual lo llevaron a una casa de salud: “Actualmente se encuentra estable y ya regresó a la parroquia”.
La uniformada detalló que esa misma noche detuvieron a tres personas que iban a bordo de un vehículo cuyas placas estaban adulteradas, en su interior encontraron 20 municiones y USD1.100. Al momento se investiga si ambos eventos son conexos.
Fuente: El Comercio