Juan Orlando Hernández debería asumir mañana el cargo de presidente para su segundo mandato. La capital de Honduras volverá a estar hipermilitarizada para evitar que los opositores que aseguran que solo a través del fraude pudo imponerse en las elecciones del 26 de noviembre, intenten frustrar la ceremonia de asunción.
Las últimas semanas estuvieron marcadas por las marchas, cortes de ruta y movilizaciones de oposición que denuncian la ilegalidad de la decisión del Tribunal Supremo Electoral que decidió que Hernández se impuso al candidato opositor Salvador Nasralla.
De hecho, Nasralla, convocó a sus seguidores a una nueva protesta para reclamar que las elecciones se repitan y no se acepte al actual presidente como su propio sucesor.
Las denuncias de Nasralla cuentan con el respaldo de organismos internacionales, para quienes existieron numerosas irregularidades en las elecciones que beneficiaron a Hernández, la OEA incluida, aunque este lunes la posición de Luis Almagro, el secretario general del organismo, de sostener a Hernández generó rechazo y desconcierto en la población.
El gobierno llama a crear pactos sociales de paz, para que el país vuelva a la normalidad, pero la población se muestra inflexible y responden que solo se puede dialogar de una fecha para la repetición de las elecciones y la desmilitarización del país, que sigue bajo el estado de excepción.