Lamentablemente, el cese al fuego en Afganistán duró apenas horas y en el día de ayer se vivió una intensificación del conflicto muy preocupante.
Mientras el presidente Ashraf Ghani emitía un mensaje a la población con motivo de las celebraciones musulmanas de Eid al Adha, la Celebración del Sacrificio, varios cohetes cayeron sobre el palacio presidencial, la embajada estadounidense y el complejo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), todos situados en la capital Kabul.
Si bien no se reportaron víctimas fatales, la respuesta del ejército afgano fue inmedita y un intenso bombardeo se llevó a cabo sobre varias posiciones controladas por los talibanes.
De este modo, la propuesta gubernamental de un cese al fuego durante las celebraciones religiosas no tuvo eco por parte de las milicias extremistas.
Afganistán también está sufriendo una sequía histórica, lo que afecta a gran parte del territorio y pone en riesgo el acceso a la comida en los próximos seis meses hasta a dos millones de personas.
Unos 800 mil afganos han debido desplazarse internamente buscando el acceso al agua.