Debería ser la infografía de la vergüenza del Ecuador porque es increíble como la impunidad sigue tan campante , agregó.
Paola Maldonado, presidenta de la Fundación ALDEA y responsable de la elaboración del mapa de feminicidios, calificó como dolorosas, frustrantes e indignantes las cifras que dan cuenta de la muerte de una mujer cada día y medio, sobre todo en el mes de noviembre.
Según ALDEA del 1 de enero al 16 de noviembre 2020 se registran 101 feminicidios en Ecuador, es decir cada 72 horas una mujer, niña o adolescente es víctima de la violencia feminicida. En el 66,3% de los casos, los asesinos eran las parejas o exparejas de las víctimas y el 7,9% fueron los propios padres o padrastros.
De enero a marzo de 2020, el 911 recibió más de 70.000 llamadas de emergencia por violencia dentro del ámbito familiar, evidenciando a mujeres encerradas en clósets, escondidas bajo la cama pidiendo auxilio vía telefónica.
Es así que desde el inicio de la pandemia han ocurrido 82 feminicidios, 59 de los cuales se registraron durante el periodo más estricto de confinamiento (16 de marzo al 14 de septiembre).
“En los primeros 16 días de noviembre registramos 11 feminicidios, un caso cada 1,5 días. De mantenerse esta tendencia, para finalizar el 2020, 15 mujeres más podrían ser víctimas de la más extrema forma de violencia patriarcal”, señala la información de Aldea.
Maldonado destacó que esta infografía debería ser de vergüenza para el Ecuador porque pese a todo la impunidad sigue campante en las calles, sobretodo en Pichincha y Guayas que son las provincias que más femicidios registran: “Hay que romper ese mito de que la familia es un lugar seguro, cuando el hogar es el lugar más inseguro para las muejres y las niñas”.
Manifestó que no quieren que las muertes de las mujeres sean tomadas como una cifra fría, pero que se hace necesario llevar estadísticas para demostrar al Estado la importancia de impulsar políticas públicas pues de las víctimas mortales de este año, 30 ya habían denunciado violencia y 5 tenían boleta de auxilio, es decir que una escuela, Centro de Salud o Institución sabía de lo que estaba ocurriendo y no hicieron nada: “Esto necesita presupuesto, política pública y fortalecer las capacidades institucionales”.