Cinco aspirantes a policías denunciaron al capitan G. y al cabo S., por amenazarlas para que no informen que varias de sus compañeras presuntamente se escapaban de sus habitaciones en la madrugada, para pasar la noche en la habitación de uno de ellos.
En cinco informes, firmados por separado, cinco aspirantes a policías de la Escuela de Formación Profesional de Policías SGOS. Darwin David Anrango Anrango, ubicada en Otavalo, describen una serie de abusos, presiones y amenazas de las que presuntamente fueron víctimas y testigos dentro de la institución.
Así, los documentos, del 3 y 4 de abril de 2023, fueron presentados a la Directora de la Escuela de Formación Profesional de Policías SGOS. Darwin David Anrango Anrango, Gladys Rodríguez, mayor de Policía.
En esa línea, las aspirantes a policías detallan que fueron sometidas a un trato humillante y coercitivo por parte del capitán G. y el cabo S., quienes presuntamente abusaron de su posición de autoridad durante la ausencia de Rodríguez. Llevaron a cabo actos inmorales en los que estuvieron involucradas otras estudiantes, al menos ocho. Todo eso se detalla en los informes.
Además, en los informes describen incidentes que ocurrieron en diferentes fechas de marzo del presente año. Se evidencia una constante manipulación y hostigamiento hacia las cinco aspirantes, que decidieron presentar sus denuncias de modo formal. Lo hicieron a pesar de temer represalias tanto del capitán G. como del cabo S., quienes ya las habían amenazado con darles de baja o expulsarlas de la institución si hablaban «demasiado».
¿Qué ocurrió en la Escuela de Formación Profesional de Policías de Otavalo?
Mientras hacían guardia, las cinco aspirantes se percataron de que, de forma repetitiva, al menos ocho de sus compañeras se ausentaban de sus camas en diferentes momentos de la madrugada, dejando almohadas y cobijas para simular que se encontraban acostadas.
Al informar a sus superiores en ese momento, el capitán G. y el cabo S. las habrían obligado a arrancar las hojas, en donde se registraba que las estudiantes no se encontraban en sus habitaciones, obligándolas a inventar una mentira, amenazándolas y burlándose de ellas.
«Para justificar que arrancamos las hojas, el cabo S. me pidió que dijera que me salió sangre de la nariz. Le indicó a mi compañera que me golpeara para que me saliera sangre, y me hizo repetir la historia unas tres veces, hasta que me la grabara, mientras sonreía de una manera burlona», se indica en uno de los documentos.
De esta forma, los dos policías habrían presionado a las aspirantes para encubrir las ausencias de sus compañeras en el libro de guardia. En los mismos documentos se indica que las jóvenes aparentemente, según testimonios de sus compañeras, amanecían en la habitación del capitán G., quien habría dado la orden de que durante las guardias nocturnas no se ingresara a las habitaciones de las aspirantes, impidiendo comprobar si estaban o no en sus habitaciones.
Además, el capitán argumentó en una reunión con todas las aspirantes que la medida se aplicaba para «no interrumpir el sueño de las compañeras». El capitán G. y el cabo S. les repetían constantemente a las estudiantes «aquí falta compañerismo, no se metan en vidas ajenas». Esto habría generado un ambiente de temor y desconfianza entre las estudiantes.
También se detallan casos de castigos físicos, maltrato verbal y presión psicológica por parte de los mencionados oficiales e incluso de sus propias compañeras, señaladas por no estar en sus camas durante las madrugadas.
Un informe del Ministerio del Interior, emitido el 5 de abril de 2023, señala que en medio de estas denuncias, al menos seis estudiantes presentaron problemas médicos urgentes, por lo que desde la Escuela se llamó al ECU-911, para que fueran trasladadas al hospital más cercano por un intenso dolor de cabeza y abdomen. Una de ellas manifestó que «ya no podía soportar todo lo que estaba sucediendo en la escuela, se sentía sucia y tenía miedo».
La Policía Nacional no responde a un pedido de información
Radio Pichincha tuvo acceso a los informes de la Policía Nacional, que recogen las denuncias en contra del capitán G. y del cabo S. Aunque se habla del inicio de acciones disciplinarias, no se conoce con certeza cuál es el proceso que enfrentan los dos policías señalados.
Tampoco se han difundido las medidas tomadas por la Policía Nacional, para mitigar este tipo de comportamientos que han generado terror entre las aspirantes a mujeres policías técnicas operativas de esta institución.
Radio Pichincha intentó contactar, a través del Departamento de Comunicación de la Policía Nacional, a la autoridad de la institución, para obtener una reacción sobre esta información.
También con el encargado de brindar declaraciones sobre el tema, a la prensa. Incluso se solicitaron documentos que evidencien las acciones tomadas para abordar el daño causado entre las estudiantes de la institución. Sin embargo, hasta el cierre de este artículo, no se ha recibido ninguna respuesta.
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