Katherine, residente del centro de Guayaquil, contó que al salir a comprar, sujetos empezaron a molestarla con palabras vulgares y señas, pese a que tenía la mascarilla; ellos se las ingeniaron para hacerse escuchar.
Punto Noticias: El Centro Ecuatoriano para la Promoción y Acción de la Mujer Guayaquil (CEPAM) informó que en este mes se han receptado decenas de denuncias por acoso y abuso callejero ocurrido durante la pandemia, así como violencia sexual en el interior de los hogares en estos últimos cuatro meses.
Annabel Arévalo, especialista del CEPAM, explicó que al parecer la cuarentena y el temor ocasionaron que víctimas de acosos y abusos callen, pero en este mes se han receptado muchos casos de meses anteriores.
Ella comentó que el hecho de usar mascarilla y el distanciamiento no han frenado a los hombres a seguir con actos irrespetuosos hacia las mujeres.
“Han aprovechado de todo, el hecho de que hay el distanciamiento y en espacios o calles donde no hay gente, si se presenta la oportunidad, ellos acosan”, lamentó Arévalo.
Añadió que el tema del piropo pese al contenido que tenga es un acto invasivo y así debe reconocerse, pues es un extraño que dice algo que no se ha pedido, es un irrespeto, más cuando se utiliza lenguaje no verbal: miradas, señas, acciones, hasta acompañados de palabras, se convierte en un acoso.
“Con el solo hecho de ver el cuerpo de mujeres quieren aprovecharse de apropiarse de sus cuerpos. Es un abuso, es un irrespeto. Está intimidando la integridad personal, todos tenemos derecho de tener nuestro metro a la redonda para sentirnos seguros”, lamentó.
Arévalo explicó que tanto con el Municipio de Guayaquil como la Fundación Metrovía crearon un plan para evitar el acoso y abuso en espacios concurridos como los articulados o paraderos. Sin embargo, a veces no hay los resultados deseados.
“Creo que se debe promocionar más el hecho de poder denunciar y que entidades del orden sepan que esto se debe evitar. Por ejemplo, hay casos en que mujeres piden ayuda a un policía y a veces se minimiza la acción, depende de su voluntad si desea o no ayudar y no debe ser así, debe haber una ordenanza que detenga esto”, dijo la experta. (C.D.A.)
FUENTE: El Universo