Con 26 votos a favor y 14 en contra, el Senado chileno aprobó la Ley de Identidad de Género que permite a las personas mayores de 14 años de edad podrán optar al cambio de sexo en los registros del Estado.
Los menores de 14 años quedaron excluidos de este derecho, al no conseguirse los 25 votos necesarios para su aprobación.
La Ley establece procedimientos diferenciados para los adultos trans y para los adolescentes que tengan entre 14 y 18 años. Los primeros podrán presentarse en cualquier tribunal de familia, mientras que los menores de edad deberán contar con el apoyo de, al menos, uno de sus representantes legales o tutores. En el caso de que sus tutores le nieguen el derecho, el menor puede solicitar la intervención de un juez.
Así se da un paso adelante en un tema no contemplado en la legislación chilena y el proyecto había sido presentado por el Poder Ejecutivo, por lo que el presidente Sebastián Piñera se anota un punto favorable ante la opinión pública progresista.
“Entendemos que en esto debe primar la libertad de conciencia, son temas muy profundos, son temas valóricos, y hay que respetar esa diversidad y ese pluralismo que existe, no solo en los sectores políticos, sino también en la sociedad”, apuntó el ministro Gonzalo Blumel.
Menos progresista se mostró el ministro de Justicia, Hernán Larraín, para quien era importante la exclusión de los niños y niñas, ya que ellos no tienen capacidad para decidir por sí mismos, argumentó.
Esa diferenciación de los menores de 14 años fue lo que criticó la Fundación Iguales, aunque aclarando la profunda alegría que sentían todos sus miembros por este tremendo logro.
Para su implementación definitiva la Ley requiere de la aprobación de la Cámara de Diputados y la posterior revisión del presidente.