La mayoría de estos problemas se incrementaron por la pandemia.
Punto Noticias.- La pandemia golpeó con especial énfasis a la clase media ecuatoriana, sobre todo, en lo relacionado con problemas estructurales de conectividad, crédito y calidad de servicios de salud y electricidad.
Más de 1,2 millones salieron de esa condición social, hacia la clase económica baja y media baja, y quienes se quedaron tienen menos ingresos y necesidades no resueltas.
Previo a marzo de 2020, casi el 60% de las familias tenían ingresos diarios entre USD 30 y USD 70; pero ahora ese porcentaje se concentra entre USD 30 y USD 50. Es decir, se han perdido cerca del 30% de los ingresos.
Un estudio del Banco Mundial titulado ‘El gradual ascenso y la rápida caída de la clase media’, refleja que se ha retrocedido más de 10 años.
La informalidad y el emprendimiento por necesidad crecieron más del 40% y las mayores caídas en el empleo formal se han dado en el sector de servicios y comercio.
Sobre el uso de Internet en relación con los pares de la región, los ecuatorianos de la clase media no solo tienen menos acceso, sino una menor calidad de este servicio fijo.
El 55% de las familias reciben un servicio adecuado a sus necesidades, tanto en velocidad como confiabilidad.
La media en América Latina es de 70%, pero hay economías como la chilena, costarricense y uruguaya que superan ese porcentaje. Ecuador está en la parte baja de la lista con un 55%, solo por encima de Bolivia, El Salvador o Haití en donde el acceso es menor al 50%.
Según el Speedtest Global Index, Ecuador está en el puesto 105 entre 175 países analizados sobre la calidad y eficiencia de la conexión a Internet. En América Latina, estamos incluidos en el top 10 de los peores y más lentos servicios, solo por encima de economías como Cuba, Venezuela, Haití, Nicaragua, Bolivia, entre otros.
De acuerdo con información del Ministerio de Telecomunicaciones (Mintel), el promedio de velocidad para la descarga de datos a escala mundial es de 97,52 Megabits por segundo (Mbps); mientras que Ecuador llega a los 29,65 Mbps.
Un informe de febrero 2021 resalta que en Ecuador prevalecen los problemas de intermitencia e inestabilidad de conexión, incluso en las grandes ciudades donde se concentra la mayoría de la infraestructura.
Esta realidad se da a pesar de que en diciembre de 2020 se registraron 215.110 km de fibra óptica, es decir, un aumento de más del 250% en los últimos cuatro años. Sin embargo, aún estamos lejos de países de la región como Chile, donde la fibra óptica representa el 33% de todas las conexiones fijas de banda ancha.
Para la economista y socióloga Rocío Luna la mala conectividad deriva también en la falta de oportunidades y en la pérdida entre 10% y 15% de ingresos anuales.
Y aunque hay reclamos por el servicio de Internet, aún se desconoce cuántos son en total, así como si las autoridades tienen un plan para superar esta situación. Pero de acuerdo con las estadísticas internacionales, la conexión puede ser hasta cuatro o cinco veces más lenta y los problemas de conexión son hasta 30% más altos que en otros países vecinos.
Otro inconveniente que enfrenta la clase media es el acceso a crédito. A escala regional, seis de cada diez familias de clase media tienen acceso a crédito productivo y de vivienda. Sin embargo, en el caso del Ecuador, ese porcentaje es menor al 50%. Además, el monto promedio en el país es de menos de USD 5.000, mientras en el resto de América Latina supera los USD 8.000.
El porcentaje de acceso se reduce aún más si se toma en cuenta a las familias con jefas de hogar mujeres. En esos casos, menos del 20% consigue financiamiento.
A estos inconvenientes se suman los malos servicios de electricidad. Aunque Ecuador tiene tarifas eléctricas que, en promedio, están por debajo de la media regional (0,1047 vs 0,16 por kilovatio/hora), la calidad del servicio está por debajo de los estándares. La más afectada es la región Costa que sufre cortes de energía e intermitencias constantes.
La salud y alimentación son otros aspectos que están en crisis. En algunos casos, ciudadanos de la clase media con menos ingresos, entre USD 13 y USD 20 diarios, han restringido su acceso a la salud y la alimentación durante la pandemia.
Una encuesta del Banco Mundial menciona que casi la mitad de los miembros de las familias no han podido recibir todos los tratamientos médicos que han necesitado durante la emergencia sanitaria. Ese porcentaje llega al 41,5% en Perú y a menos del 10% en Costa Rica.
Asimismo, se reporta que, en los últimos 30 días, cerca del 40% de los adultos han tenido que saltarse al menos una comida al día por falta de dinero. Estas cifras visibilizan una clase media baja vulnerable.
Fuente: La Hora, E-comex.com, redes sociales