Este sábado cuatro políticos más fueron asesinados en México, alcanzado la cifra de 105 desde que comenzara la campaña electoral en septiembre pasado. 40 de las víctimas eran además precandidatos o candidatos a las próximas elecciones.
Puebla, Oaxaca y Quintana Roo son los distritos donde han ocurrido los crímenes de Juana Iris Maldonado, candidata del PVEM a diputada por el distrito 2 en Huauchinango, y su correligionaria Érika Cázares, regidora de Salud del municipio de Juan Galindo, Puebla. En Oaxaca, la candidata del oficialista PRI Pamela Terán Pineda, candidata a segundo concejal y regidora con licencia en Juchitán de Zaragoza, fue ultimada junto con su chofer y su fotógrafa.
Y Miguel Ángel Loo Calvo, representante del distrito 4 del PRI ante el Instituto Nacional Electoral en Cancún fue hallado sin vida en el interior de una camioneta, luego de ser declarado desaparecido el 30 de mayo.
Jesús Morales, titular de la Secretaría de Seguridad Pública estatal de Puebla, afirmó en rueda de prensa que se han detenido a cinco responsables de estos crímenes, aunque todavía no está confirmado. Los asesinatos no tuvieron intención de robo.
En el caso ocurrido en Oaxaca, no se descarta que el asesinato haya tenido que ver con ajustes de cuentas entre mafias, ya que el hermano de la candidata del PRI es líder de una banda criminal implicada en secuestros, ejecuciones y tráfico de drogas y gasolina.
Hace dos días también murió asesinado Rodrigo Salado, candidato del PRI a regidor de San Marcos.