La causa por lavado de dinero en la que estaba involucrada Cristina Fernández de Kirchner, ha pasado a juicio oral. Sin embargo, el juez federal Sebastián Casanello considera que hay “falta de mérito” para procesar penalmente a la expresidenta argentina.
La falta de pruebas no ha significado tampoco el sobreseimiento de la dirigente política, ya que el juez considera no probado que ella tuviera relación con el lavado de dinero presuntamente ilícito que pudiera haberse desviado de la obra pública, pero pidió nuevas investigaciones para certificar que ella no hubiera formado parte de los posibles delitos precedentes.
En septiembre, Cristina Fernández había declarado frente al juez, que finalmente decidió no llamarla al juicio, pese a las exigencias de la fiscalía y de la Oficina Anticorrupción, que insisten en la persecución judicial contra la expresidenta, buscando forzar su inhabilitación para las próximas elecciones de 2019.
De hecho, la citación del juez de septiembre, respondió a una obligación emitida por la Cámara Federal de la Ciudad de Buenos Aires donde le señalaban la presunta implicación de Fernández. Los jueces que firmaban la orden, son también responsables de muchas de las prisiones preventivas que padecen funcionarios del anterior gobierno y son creadores de los lineamientos jurídicos por los que se encerró a Milagro Sala y demás dirigentes de la Tupac Amaru sin denuncias penales.
Casanello estipula en la resolución de falta de mérito de Cristina Kirchner que para llevar a una persona a juicio oral deben contarse con evidencias de su participación en los hechos que serán juzgados. Para evitar que se lo señale como “kirchnerista”, el juez volvió a insistir en que se elaboren medidas de prueba, investigando años anteriores a los juzgados, para ver si existió algún favoritismo que hubiera derivado en el otorgamiento de obras públicas al empresario Lázaro Báez.