Punto Noticias. América Latina es, después de África, la región con la segunda tasa más alta de embarazos en adolescentes y la única región del mundo en la cual aumentan los embarazos de niñas, como resultado del abuso sexual, según estudios realizados.
Más de un millón de niñas y adolescentes en la región enfrentan violencia sexual. En Ecuador, cada día 7 niñas menores de 14 años resultan embarazadas a causa de violación sexual,
Para concienciar sobre esta problemática de salud, física, emocional y social, y abogar por la necesidad de despenalizar (no legalizar) el aborto causado por violación, incesto y estupro, se desarrolló en Quito, al igual que en otras ciudades, la acción pública son #NIÑASNOMADRES, como destaca Margarita Velasco, del Observatorio Social.
La violencia sexual tiene impactos devastadores en la vida de las niñas. La investigación regional, Vidas Robadas, describe el impacto profundo en la salud física, emocional y social de los embarazos forzados, en niñas entre 10 y 14 años.
Virginia Gómez de la Torre, de la Fundación Desafío, cuenta el periplo que han tenido que realizar para denunciar la violación de niñas en nuestro país.
El embarazo no solo implica un riesgo evidente a la salud física de las niñas, sino también está asociado a elevados niveles de depresión, angustia, ansiedad y el trastorno total de sus vidas, incluyendo el abandono de los estudios; situación que afecta de manera desproporcionada a las niñas que ya enfrentan discriminaciones estructurales, vinculadas a su grupo étnico o sus condiciones socioeconómicas, según el análisis.
Mayra Tirira, de la Fundación de atención y protección de los derechos humanos Surkuna, considera que, en Ecuador, la erradicación de la violencia de género ha quedado solo en buenas intenciones; la prueba es que, día a día, las niñas son forzadas a la maternidad.
La Ley para erradicar la violencia contra las mujeres es una declaración de buenas intenciones, que no se ha logrado materializar y que no se va a poder materializar si no existe voluntad política ni presupuesto para la norma, insistió Mayra Tirira.